viernes, 21 de octubre de 2016

Macri-Schiaretti, ¿una dupla con futuro?

Por Mariano Bergero, en La Voz del Interior, de Córdoba.
El gobernador de Córdoba dialoga con Juliana Awada y Mauricio Macri, en el palco de honor del oficio en El Vaticano, donde el papa Francisco presidió la santificación del cura Brochero.
“Es una posibilidad que habrá que ver si toma forma. No descartamos nada. La relación no puede ser mejor”. El comentario salió de boca de un schiarettista hasta la médula.
En la misma semana, un mestrista bien considerado entre los macristas fue conciso y contundente: “Estamos al tanto. Si se concreta, sería desastroso para la UCR”.
Las frases aluden a una versión que en privado comentan peronistas y radicales cada vez con más intensidad: Macri presidente, Schiaretti vice.
El sigilo es grande en torno a esta hipotética fórmula presidencial. Y no es casual. Su concreción representaría poner patas para arriba el sistema de alianzas y los acuerdos políticos existentes en la provincia.
La posibilidad es meditada, a fuego lento, en el círculo íntimo del gobernador y ya inquieta al delasotismo, alineado a nivel nacional con Sergio Massa, hoy la alternativa peronista mejor perfilada para acotar a sólo cuatro años el ciclo que Macri ya dijo que quiere que sea extra large .
“Si hoy somos parte de la garantía de gobernabilidad del Presidente, no descartamos nada hacia delante”, reforzaron cerca de Schiaretti.
Los gestos y señales entre el mandatario cordobés y el jefe del Estado abundan y no paran de crecer desde el 10 de diciembre hasta aquí. Ningún otro gobernador peronista fue tan explícito y enérgico para defender el camino económico elegido por Macri, con tarifazo incluido. “Este es el rumbo correcto. Si no se tomaban estas medidas el país iba a una eclosión”, repite “el Gringo” en público y en cada foro empresarial en el que toma la palabra.
A diferencia de José Manuel de la Sota, Schiaretti no busca incidir en el reordenamiento del PJ nacional. Por eso se mueve sin ataduras y puede concederle al macrismo un capital impropio que utiliza de apoyo para sostener parte de la actual gobernabilidad: exhibir como aliado al mandatario peronista más importante del país. Así, Macri controla la provincia de Buenos Aires con Eugenia Vidal; Capital Federal con Rodríguez Larreta y tiene a Córdoba como socia privilegiada.
El eventual binomio, además, podría convertirse en el aún lejano 2019 en la frutilla de la torta de una premisa por la que trabajan con decisión ministros macristas como Rogelio Frigerio.
Si Schiaretti optara por dejar plantado en el altar a De la Sota –lo que significaría romper la exitosa alianza política en la que alternan la conducción–, la “pata peronista” en la que tanto invierte tiempo y recursos el PRO tendría en el cordobés a su mayor representante.
Hasta Emilio Monzó le cedió un pase de gol al gobernador. En el último Coloquio de Idea de Mar del Plata, el presidente de la Cámara de Diputados y último armador del PRO en nuestra provincia, dijo no estar preocupado por el resultado legislativo del año que viene en Córdoba, ya que considera a Schiaretti como un “macrista” más. Toda una señal.

Con impacto

La versión sobre el eventual binomio presidencial irrita por igual a delasotistas y a radicales, en especial a quienes trabajan para que Ramón Mestre conquiste la gobernación.
Allegados al tres veces exmandatario afirman que detrás de esta movida están los schiarettistas, los mismos que buscan elevar el perfil del vicegobernador Martín Llaryora, como una alternativa en caso de que De la Sota no encabece la lista en 2017.
Para Ramón Mestre, la hipotética alianza entre Macri y Schiaretti representaría un escollo enorme para su plan de suceder a Unión por Córdoba en el poder. Y significaría para el PRO implosionar el acuerdo con los radicales cordobeses.
En el macrismo local no desconocen la versión, pero prefieren guardar prudente silencio. Falta tanto para 2019...

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