jueves, 1 de octubre de 2015

“Las obras no tienen color político”, dijo el ideólogo K

Zannni saluda al público desde el palco, entre José Emilio Neder, Daniel Scioli, Claudia de Zamora, Gerardo Zamora y Eduardo Enrique de Pedro.
Carlos Alberto Zannini ha sido desde siempre el ideólogo del peronismo que se conoce como “kirchnerismo”. El que está en la mesa chica. El creador de los más interesantes (y también los más polémicos) proyectos que elaboró durante 12 años desde su estratégico puesto de secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación. Ahora es el candidato a vicepresidente.
Pese a todo, mantiene su perfil bajo, aunque cuando habla en público puede advertirse por qué el “Chino” tiene enorme poder de influencia.
El miércoles, en la inauguración del Centro de Salud Banda Ricardo “Pololo” Abdala, de entrada aclaró: “Somos indetenibles”, refiriéndose a las gestiones de Néstor y Cristina en la Argentina y a Gerardo y a Claudia en Santiago.
Clarísimo, Zannini proclamó que “las obras (como este hospital) no tienen color político”, añadiendo que “este proyecto (por el kirchnerismo-cristinismo) no es propiedad de una persona ni de un grupo, de un partido ni de una idea…es de la sociedad toda”.
En dos párrafos explicó por qué Santiago del Estero “está menos atrasado en el mundo y es más mundo que nunca”, enumeró las obras levantadas por obra y gracia de los gobiernos de Néstor y Cristina, y se auto-respondió: “Fue porque  Gerardo Zamora se puso a trabajar junto a Néstor y a Cristina en el Acta de Reparación Histórica y aquí están los logros”.
Seguro de que ganará las elecciones presidenciales como compañero de fórmula de Daniel Scioli, el “Chino” promedió a nuestra provincia y a la gobernadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora: “Voy a continuar trabajando para que se cumplan los sueños de este admirable pueblo, y porque veo que Gerardo y Claudia están agarrados del futuro tratando de llevar a su provincia al mejor lugar”.

Las consignas zanninistas

Carlos el “Chino” Zannini, en La Banda, fogoso defensor de las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner y de Gerardo y Claudia Zamora.
A raíz de estos dichos de Carlos Alberto Zannini en La Banda, creemos oportuno consignar cuáles son sus premisas con las que aceptó ser candidato a vicepresidente de la Nación, y las que guiarán su actuación como garante de la continuidad del proyecto nacional y popular.
Según el “Chino”, éstos son los deberes y las obligaciones:
-La tarea central de cualquiera que quiera gobernar la Argentina es trabajar para lograr el avance de la igualdad y la inclusión ante poderes concentrados que no se rinden y quieren voltear a un gobierno
-En la Argentina hay distintas concepciones, pero predominan dos: una que pone por delante a la Patria y decide desde ahí; y otra con gente que es capaz de destruirla con tal de llegar al gobierno y por eso derrocaba presidentes
-La dificultad mayor es que la política todavía no se ha emancipado de las corporaciones
-Llegar al poder con el apoyo de los medios es ser presos de una gran adicción, porque hoy los necesitan para llegar y mañana los necesitarán para mantenerse y tendrán que hacer lo que ellos les digan
-En 2003 los poderes concentrados de la Argentina nos querían hacer optar entre dos candidatos: el innombrable (Carlos Menem) y (Ricardo) López Murphy. Pero les salió un grano en el culo, porque Néstor (Kirchner) fue un gran irreverente, un gran transformador que recogió el guante y empezó a cambiar a la Argentina
-La generación del Bicentenario está llamada a hacer grandes cosas por esta Patria, porque no tiene la resonancia de la resistencia peronista, el defecto de la lucha armada. Tiene la visión clara y concreta de que desde la política se puede transformar, se puede mejorar la vida de los demás, se puede cambiar el mundo
-Los militantes tenemos que ser los grandes organizadores de la sociedad, tenemos que ayudar a empoderar a la sociedad para que sea ella la que defienda los logros concretos que Néstor y Cristina han obtenido para todos los argentinos
-Si somos hábiles en la construcción de ese poder, excedemos cualquier candidatura, porque lo nuestro tiene que ser más profundo que hacer una huella para un candidato. Tiene que hacer entender a todo el mundo que es necesario que la sociedad defienda sus derechos. Ese va a ser el reaseguro de que los poderes mediáticos y concentrados no se adueñen de la política
-Cristina ha dicho “yo no soy eterna, que se empodere la sociedad”. Esta militancia, y todo el que tenga buena leche para militar el país, tiene que trabajar en este sentido, para que cada vez más argentinos se empoderen, se sientan importantes y se movilicen en la defensa de sus derechos
-Hay que cambiar la Patria con amor, ayudar a Cristina, pero también hacerse cargo de que esas luchas son nuestras, de los que tienen ganas de que a la Patria le vaya mejor y que se mantenga unida con Latinoamérica.

Valiosísimo libro sobre el Imperio Inca en Santiago

Tapa y solapa del interesante libro de historia del abogado santiagueño Antonio Virgilio Castiglione, uno de cuyos ejemplares fue enviado a Ciudad del Vaticano y recibido por el Papa Francisco.
Acaba de salir publicado el libro del investigador santiagueño doctor Antonio Virgilio Castiglione, titulado “El Imperio Inca llegó hasta Santiago del Estero (en la Argentina), que también aborda otros dos aspectos interesantes de nuestra historia como son El Camino del Inca y El Quichua Santiagueño”.
La obra está auspiciada -con su logo en la tapa- nada menos que por la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cuzco, una institución peruana jesuita de 350 años de antigüedad, cuya Iglesia de la Compañía de Jesús, el seminario y sus aulas, están ubicados enfrente mismo de la Plaza de Armas de esa milenaria ciudad, a donde estaba situado el palacio del emperador inca Huayna Capac. Sin duda, un respaldo académico por demás significativo, en especial porque su Rector, al autorizar ese auspicio, sostuvo en la resolución que el libro “prestigiará a esa institución”.

Inicio de la investigación

El doctor Castiglione se vio motivado a realizar esa investigación luego de enterarse, en el mes de julio de 2014, que la Unesco (Naciones Unidas) había declarado como “Patrimonio Cultural de la Humanidad” al Camino del Inca (un proyecto cultural denominado “Qhapaq Ñan”, que significa camino del inca en lengua quichua, que tuviera como iniciadora a la hermana República del Perú). Ocurre que esa declaración benefició a los países andinos desde Ecuador a Chile, incluyendo a la Argentina, y en nuestro país beneficiando a las provincias “cordilleranas”: Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Tucumán, San Juan y Mendoza. Pero se excluyó a Santiago del Estero.
Nuestro comprovinciano consideró que ello era una tremenda injusticia para con nuestra provincia. Arbitrariamente se consideró que el inca no llegó hasta estas tierras y que el camino (entiéndase la red vial) solamente podía ser “empedrada”, con los caminos de piedra. 
Y se propuso tratar de enmendar esa injusticia. Para ello debía probar -lo que es el objeto el  libro- que el territorio que hoy ocupa nuestra provincia de Santiago del Estero estaba ubicado en los confines del Imperio Inca, que los incas conocieron esta provincia y a los aborígenes que la habitaban, que “caminaron” por ella (por ello hubo caminos, valga la redundancia), que “señorearon” sobre ella, que tuvieron tratos o vinculación con sus habitantes y que incluso los utilizaron. Que los juríes y mataráes -los habitantes de esa zona- recibieron enviados incas (“orejones”, curacas, mitimaes, amautas y soldados), el idioma oficial del Cuzco (el quichua), la llama y el guanaco, y asesoramiento en agricultura, canales y riego, producción textil, cerámica y objetos de metal. Es decir tenían contacto directo con el Cuzco y, por ende, hubo caminos, aunque en este caso, los de Santiago del Estero fueron de tierra. Que hubo una relación de tipo comercial, con intercambio de bienes, servicios y recursos humanos, llevándose -por dichos caminos- los productos de esta región y se trajeron otros. Que los funcionarios reales cada tiempo iban al Cuzco y venían de él. Que los emperadores incas, que eran habilísimos administradores, debían estar siempre bien informados de lo que ocurría en su imperio. Y para que ello ocurriese, imperiosamente debía haber caminos.

Un libro bien documentado

Contratapa y solapa de la obra de Castiglione que intenta producir un cambio de paradigma en Santiago del Estero, ya que hasta ahora algunos consideraban que el Inca no llegó a lo que hoy es nuestra provincia. 
Para cumplir con ese cometido, el autor se sirvió de cartografía (mapas), de la opinión de más de 80 autores, de documentos que obran en el Archivo General de Indias (de Sevilla, España) y de numerosos elementos arqueológicos que encontraran los hermanos Emilio y Duncan Wagner, y luego otros investigadores. En uno de esos documentos, el entonces gobernador Juan Ramírez de Velasco, del 10 de abril de 1590, le informaba al rey de España que “el inca estuvo aquí”.
Y en relación a los múltiples objetos de hierro encontrados en la región del Salado, por los hermanos Wagner, sostiene que eran parte del equipamiento militar de los incas: por ejemplo las hachas, las mazas estrelladas rompecabezas, etc. (que están en el C.C.B.)
El libro que comentamos incluye más de 150 fotografías, 22 mapas que incluye a Santiago en ese imperio, etc.
Con todos estos elementos, Castiglione presentó una ponencia en el VI Congreso Nacional de Historia del Perú, que se realizó en agosto de 2014 precisamente en el Cuzco (que era la capital de ese imperio), y que se llevó a cabo en el recinto de la Universidad que hoy le auspicia el libro.
Esa ponencia, que afirma que el Imperio Inca llegó hasta Santiago del Estero, fue aprobada por unanimidad y el Plenario del Congreso recomendó que se le elevara a la Unesco. 
Con esta obra el autor intenta producir un cambio de paradigma en Santiago del Estero, ya que hasta ahora algunos consideraban que el Inca no llegó a Santiago del Estero y que al quichua lo trajeron los yanaconas de la expedición de Diego de Rojas.
Castiglione afirma que los incas ingresaron por polvorientos caminos de tierra (obviamente que allí no hay piedras) paralelos a los ríos Salado y Dulce, principalmente del primero de ellos. Que formalizaron una alianza con los aborígenes “santiagueños” para que ellos los ayudaran a controlar la frontera oriental del Imperio (el Tawantinsuyu) que se apoyaba sobre el río Salado, para evitar que las tribus aborígenes salvajes del otro lado invadieran nuestra Mesopotamia (la región ubicada ente los dos ríos) y asaltaran las minas de oro y plata que los incas explotaban en el Noroeste argentino, para llevar esos metales a Cuzco, la capital de su imperio. Que en la región del Salado medio, se instaló un fortín inca (adviértase el nombre de una ciudad santiagueña cercana, única en Argentina con esa denominación). También hubo a la par una localidad denominada fortín Atahualpa.
El autor afirma que los incas nos legaron el idioma quichua, que todavía se habla en el interior (y que en ninguna otra provincia argentina se lo habla ya), el maíz, algunas comidas, influencia en lo textil (por ejemplo las teleras), en la cerámica, algunas tradiciones, en técnicas de cultivo e irrigación, los topónimos (nombre de lugares) pre-hispánicos, etc.
Destaca a los investigadores que han estudiado nuestro suelo y nuestra historia. 

El ingreso del Cristianismo

Francisco Solano.
El autor se refiere a que por estos caminos que el inca nos dejara, ciertamente construidos en épocas anteriores a la llegada del español en el siglo XVI, el Cristianismo ingresó al territorio de lo que hoy es la República Argentina. El primer español que ingresó y fundó un pueblo (Barco I, II y III) fue Juan Núñez de Prado, que a partir de 1553 se denominó Santiago del Estero.
Sostiene que la primera escala del Cristianismo fue Santiago del Estero, desde donde se diseminó a todo el Noroeste Argentino.
Por ese mismo camino vino en el año 1590, desde Lima hacia nuestra ciudad, el padre Francisco Solano. Y por esa ruta, ese fraile franciscano -luego santo- predicó el cristianismo. Que por ese mismo camino vino el primer obispo argentino, que fue el de Santiago del Estero,  Francisco de Victoria (recuérdese que el papa Pío V, por Bula de 1570, fundó nuestro Obispado denominado “del Tucumán”, pero con sede en nuestra ciudad).
“Mama Antula”.
Que por ese camino de los incas vinieron los jesuitas y demás órdenes religiosas a Santiago del Estero. Y desde aquí salieron para construir y erigir las iglesias catedrales de Córdoba y de todas las ciudades del Noroeste.
Que por ese camino salieron de Santiago del Estero y transitaron las órdenes religiosas (franciscanos, dominicos, mercedarios, de la Compañía de Jesús, etc.), para fundar los conventos del NOA.
Y por esos caminos evangelizó nuestra Sor María Antonia de la Paz y Figueroa (en proceso de beatificación), quien se fue hasta Jujuy y luego desde allí caminando en “ushutas” hacia Buenos Aires.
Por ello queda en claro que nuestra ciudad de Santiago del Estero resultó ser no sólo “Madre de Ciudades”, sino también la receptora -y luego difusora- de los principios de la fe católica en esta parte del llamado Nuevo Mundo.

Del Papa Francisco

El doctor Antonio Virgilio Castiglione le envió de obsequio un ejemplar de su nuevo libro al Santo Padre, destacándole las consideraciones del párrafo anterior.
El Pontífice argentino Jorge Mario Bergolio le contestó el día 3 de septiembre, agradeciéndole el envío.

El quichua santiagueño

En la segunda parte del libro, el autor hace referencia al quichua santiagueño, su teoría acerca de cómo llegó ese idioma a la provincia, las palabras de origen quichua incorporadas al hablar diario, con una traducción al idioma inglés (esto último ya que se sabe que algunos de los libros de nuestro comprovinciano obran en bibliotecas de Universidades de América del Norte y de Europa). Explica por qué Santiago del Estero es un “reducto idiomático”, las acciones que ha seguido el estado provincial para proteger ese idioma, leyes sancionadas, cursos y jornadas dictados, bibliografía, autores, reconocimiento a los pueblos originarios, etc. Son interesantes ciertas proclamas políticas (panfletos), transcriptas en idioma quichua (y traducidas al castellano en el libro), inéditas hasta ahora, que fueron utilizados en ciertas campañas electorales en nuestra provincia. 
Al final hay una valiosa colaboración de la doctora en lingüística, Hebe Luz Ávila: “Un aporte desde la lingüística”, precisamente el título.
Nos ha parecido interesante destacar por último, que el prologuista, el doctor Escobar Medrano, un catedrático peruano, afirma que “este libro tiene pólvora en sus venas”. 

Interés del Gobierno provincial

Esta última obra de “Antonito” Castiglione ha merecido el interés y el apoyo a la importante investigación del Gobierno provincial que encabeza la doctora Claudia Ledesma Abdala de Zamora, así como del presidente provisional del Senado, doctor Gerardo Zamora, en especial desde el punto de vista del turismo, que ambos quieren favorecer, y porque siempre se dijo que los incas conocieron las aguas sulfurosas y tomaban baños termales en Río Hondo.
Asimismo, la subsecretaría de Cultura provincial declaró a este libro de “Interés Cultural”. 

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Claudia evocó la nota de Arena Política sobre “Pololo” Abdala

La gobernadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora, inauguró ayer el Centro de Salud Banda.
Fue motivo de satisfacción para Arena Política escuchar este miércoles que la gobernadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora eligiera un párrafo de nuestra crónica, cuando el 14 de enero de este año despedíamos con respeto y admiración a su abuelo, el prestigioso y bien querido médico y político bandeño Ricardo “Pololo” Abdala.
Aquella jornada dijimos que desaparecía “un doctor del pueblo”. Y no hicimos otra cosa que escuchar a los miles de bandeños que lo despidieron con pena y consternación, y también recordar las ocasiones en que compartíamos con “Pololo” una mesa en cualquier confitería (en su tiempo de político), cuando de contertulios ligábamos tantos saludos de la gente que se le acercaba a darle un apretón de manos o un abrazo al médico que era padre, hermano y consejero de sus pacientes.
¡Bien hecho por Claudia Ledesma Abdala al repetir que su abuelo materno fue el médico y el doctor del pueblo, porque pudo sintetizar un sentimiento unánime de su comunidad de La Banda!
¡Dichosa y afortunada que desde su altísimo puesto de primera mandataria de la provincia y en nombre de toda su familia y de la comunidad, haya presidido el acto en el que se perpetuó el nombre de su abuelo, que fue un tipo bueno, un vecino excelente y un médico solidario, a esta gran obra al servicio del pueblo de a pie como es el Centro de Salud Banda!
Al acto de inauguración concurrieron miles de santiagueños y, además de la gobernadora, estuvieron presentes el presidente provisional del Senado, el ex gobernador Gerardo Zamora, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, el vice gobernador José Emilio Neder y autoridades nacionales y provinciales.
En lo político, fue el inicio de la campaña proselitista de la fórmula presidencial Scioli-Zannini que representan a la fuerza kirchnerista del Frente para la Victoria.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner suspendió la visita a nuestro medio por recomendación médica, y a raíz de problemas de presión.

La nieta al abuelo

Fachada del monumental edificio donde funcionará el Centro de Salud Banda Ricardo “Pololo” Abdala.
Transcribimos los párrafos de esta emotiva rememoración de la gobernadora a su abuelo.
“Agradezco a los representantes del pueblo de La Banda, concretamente a los concejales de todos los bloques, por haber sancionado la ordenanza imponiendo el nombre del doctor Ricardo Abdala a este Centro Integral de Salud. Créanme que estoy muy orgullosa y, de todo corazón, todos muy agradecidos quienes llevamos la sangre y los lazos de afecto de quien en vida nos inculcó los principios del trabajo, del respeto y de la humildad. Recién, pude dimensionar, al descubrir y con gran emoción esa placa recordatoria y ver allí plasmado el nombre de mi querido abuelo Pololo Abdala”.
“Y quiero contarles -por lo que puede sonar a los oídos de quienes no habitan esta bella tierra bandeña- que sólo se trató de la decisión de un cuerpo deliberativo de colocar el nombre del abuelo de la gobernadora a un edificio de salud.
“Todos ustedes saben que Pololo, como le decíamos cariñosamente a mi abuelo, era un hombre sencillo pero muy especial. Y quienes lo vieron nacer y morir aquí en La Banda hace muy poco tiempo lo conocían y hoy lo recuerdan, pero no como el funcionario ni el político ni el legislador ni mucho menos como el abuelo de la gobernadora.
“Yo recuerdo cuando él falleció que una nota periodística lo definía así: “Hoy ha fallecido el doctor Pololo Abdala. Hoy, murió al que todos lo conocíamos como el médico del pueblo, al que podíamos acudir todos sin distinción, a cualquier horario pero, especialmente los más humildes. Y allí estaba siempre él: amable, respetuoso y predispuesto. Así era mi querido abuelo.
“¡Imposible no emocionarme al recordarlo!”.
“Muchísimas gracias a todos ustedes por este gran reconocimiento hacia él, en nombre mío y de toda mi familia. Muchísimas gracias de todo corazón”.

La nota de despedida

El bien recordado médico bandeño, doctor “Pololo” Abdala.
Por la prisa que somete a los cronistas este tipo de trascendencia, a veces se dejan de lado detalles considerados insignificantes como puede ser la frase de la gobernadora en el que recordó que “una nota periodística” necrológica había despedido a su abuelo como “el doctor del pueblo”.
De todos modos, como consideramos que figuras de la entidad y de los merecimientos de “Pololo” Abdala deben ser recordadas siempre, transcribimos la nota del 14 de enero, cuando lo despidió Arena Política:
“El médico bandeño Ricardo ‘Pololo’ Abdala dejó de existir ayer a los 85 años de edad, y su desaparición provocó hondo dolor en la vecindad de La Banda, sobre todo en los miles de pacientes que llegaron a conocer profundamente a un ‘doctor de pueblo’ y a una persona muy sensible con la gente humilde. Fue el médico que atendía “con mutual o gratis”. O sea, en su consultorio eran recibidos todos: los que gozaban de una obra social y los desposeídos que no contaban con ningún beneficio en materia de salud. A éstos últimos, el bueno de ‘Pololo’ los atendía de igual modo y no les cobraba un peso.
“Por ese comportamiento, Ricardo ‘Pololo’ Abdala fue un “prócer popular” gracias a los innumerables favores que brindó, desinteresadamente a sus pacientes de menores recursos. Su consultorio entregaba alivio a la salud, y los buenos sentimientos y la solidaridad del doctor llenaban de gozo espiritual a los bandeños que lo tuvieron como médico.
“Estaba consagrado a su profesión y a su familia, y fue uno de los fundadores del Sanatorio Banda.
“En su relación social se destacó por ser una buena persona, de trato afable con todos y siempre dispuesto a dar una mano o hacer una gauchada al prójimo.
“En 1991 ingresó a la política y fue candidato a vicegobernador de la UCR, acompañando a José Luis Zavalía en la fórmula. Ese binomio recibió el voto mayoritario de la ciudadanía de Santiago del Estero, aunque la implementación de la ley de Lemas (sumatoria de votos de los sublemas) le otorgó el triunfo a la fórmula Carlos Mujica-Fernando Lobo.
“El doctor ‘Pololo’ Abdala era abuelo materno de la gobernadora de la provincia, doctora Claudia Ledesma Abdala de Zamora”.