jueves, 18 de septiembre de 2014

PJ: el sueño de quedarse vs. el sueño de llegar

Comenzaron en Buenos Aires las operaciones de dos sectores provinciales: uno para que se mantenga la intervención en el PJ, y otro que se llame a elecciones.
Aquí, el vicegobernador José Emilio “Pichón” Neder y algunos de sus compañeros de causa sueñan con arribar y presidir el PJ, convencidos de que este año el Consejo Nacional Justicialista decidirá su normalización con el llamado a elecciones.
También aquí, el diputado provincial Marcelo Antonino Nazer y la coordinadora Regional de la Anses, la abogada Gabriela Ortiz, con un grupo de peronistas históricos, aspiran que se mantenga la intervención partidaria a cargo de Jorge Franco.
Son dos sectores irreconciliables en materia partidaria que van a disputar con mucha porfía, con planteos judiciales y recurriendo a padrinos nacionales para ganar la pulseada.
Sin embardo, los de “Pichón” y los de Marcelo tienen muy buenas relaciones institucionales, por ejemplo en la Legislatura, donde el primero es vice gobernador y presidente del Parlamento, y el segundo ocupa el escaño de diputado provincial por el PJ.

Antigüedad y representatividad

Marcelo Nazar tiene la ventaja de haberse apegado al PJ desde la misma llegada del kirchnerismo y de acompañar a todos los interventores, a quienes Néstor respaldó y mantuvo para evitar que, en su tiempo, regresara el juarismo.
Muerto Carlos Juárez, el gobierno central y la cúpula justicialista optaron por seguir con la intervención al distrito santiagueño, como un modo de no entorpecer en nada al gobierno provincial de su principal aliado, el Frente Cívico por Santiago. Claro, el líder de esta alianza radical-peronista, Gerardo Zamora, se convirtió desde el inicio en el “primer referente kirchneristas de la provincia”, viene tributando victoria tras victoria al Gobierno nacional con una monolítica estructura en la que confluyen vertientes radicales y justicialistas.
Avalado, entonces, por su fortaleza electoral, también “Pichón” Neder se cree con ventaja y bien posicionado, persuadido de que es hora de que la línea interna Bases Peronistas (con demasiados pergaminos y triunfos) exija la normalización y la compulsa interna que le posibilite llegar a liderar al partido santiagueño.

Mazzón tiene dos, y Kunkel uno 

Franco, interventor del PJ-Santiago, con uno de sus asesores y respaldando a Marcelo Nazar y a Gabriela Ortiz, hace menos de un mes.
Nazar es amigo personal del vicepresidente primero del PJ, el gobernador del Chaco y actual jefe de Gabinete, Jorge Milton “Coqui” Capitanich, del apoderado nacional Jorge Landau, y, sobre todo, del coordinador General de Asuntos Político-institucionales de la Unidad Presidente, el  conocido operador Juan Carlos “Chueco” Mazzón. Hoy, el mendocino tiene rango de secretario y, además, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner designó como su segundo, justamente, a Jorge Franco, que es el interventor del PJ-Santiago y amigo de Nazar.
Para una mejor comprensión, todas las cuestiones político-partidarias entre peronistas, dentro de la Casa Rosada, son digitadas por Mazzón, y es donde Marcelo y Gabriela parecen ostentar “la casa del medio”. Varios hechos recientes lo subrayan: Gabriela no sólo fue designada consejera nacional del PJ, sino que ahora ostenta el cargo de coordinadora Regional de la Anses, en una designación en la que definieron a su favor figuras prominentes de La Cámpora y, otro caso, fue el puesto de mucho lustre que consiguieron en la Casa Rosada para la contadora Ana María Corradi, flamante embajadora en la República de Paraguay.
En la otra vereda, “Pichón” Neder abrió también una puerta, la del diputado nacional bonaerense Carlos Kunkel, quien si bien tiene mayor exposiciones como “jugador” del kirchnerismo puro, también opera dentro del partido. Fue Kunkel quien llevó a Neder a convertirse en consejero nacional. A esa jugada, Mazzón le devolvió golpe a golpe retrucando con la designación de Gabriela en ese asiento partidario.

Sólo una cuestión local

Kunkel, en marzo de 2012, vino a Quimsa a apoyar a un plenario de Bases Peronistas y a “Pichón” Neder.
Entre tanto, los analistas pejotistas, desde Buenos Aires, hacen saber que esta interna que ha comenzado a suscitarse en Santiago del Estero “no está todavía en la agenda” de las autoridades partidarias de la sede de la calle porteña Matheu 130. “Nadie sabe nada sobre el tema y, por ahora, al parecer, el distrito Santiago va a seguir intervenido hasta que termine el gobierno kirchnerista el 10 de diciembre de 2015”, comentó uno de los más veteranos periodistas que conoce todos los secretos del PJ Nacional.
¿Kunkel, amigo de Neder, tendrá peso como para cambiar la estrategia de los Capitanich, los Mazzón y los Franco, que son amigos de Nazar?
Claro que para calibrar la seriedad de estas cuestiones partidarias, de amistades y de padrinazgos, hay que conocer la estrategia de la cúpula kirchneristas sobre el futuro político-institucional de Santiago del Estero dentro del concierto nacional. Y, hoy por hoy, nadie duda que el kirchnerismo mantendrá su alianza con Gerardo Zamora, al que consideran aliado leal y “conductor de las mayorías triunfantes” que acompaña a las políticas globales; no sólo con una gobernadora y un vice, sino con tres senadores y siete diputados nacionales. La última muestra de la consideración que tiene el kirchnerismo a Zamora como “propia tropa”, ha sido la distinción del ungirlo presidente provisional del Senado.
Por todo ello, y frente a este contexto, la discusión sobre la necesidad o no de normalizar el PJ-Santiago se parece simplemente a un sueño y a una discusión que termina en nuestra comarca, en nuestro provincianismo.

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