jueves, 2 de enero de 2014

Bergoglio nombró un obispo de los pobres para Santiago

El nuevo obispo de la diócesis de Santiago del Estero, tiene 61 años, es nacido en Lanús, provincia de Buenos Aires, y es uno de los “discípulos” del papa Bergoglio.
A los nueve meses de ser elegido como Santo Padre de la Iglesia Católica, Jorge Mario Bergoglio abrió la carpeta de la Diócesis de Santiago del Estero y decidió cambiar la tarea pastoral al designar obispo a monseñor Vicente Bokalik Iglic, a quien todos los bien informados aseguran que “es tropa propia” del actual Papa.
Después de casi siete años del obispado de Francisco Polti Santillán, la Diócesis de Santiago del Estero, con un área que abarca la mitad de la provincia (de la Capital al sur), estuvo y está alejada de las aspiraciones y de las necesidades de la gente. Ni Polti Santillán ni su auxiliar Ariel Torrado Mosconi se preocuparon por abrir las puertas de la Diócesis ni mucho menos trabajar por los pobres santiagueños.
Polti Santillán y Torrado Mosconi se dedicaron a “hacer lobbys” en los cenáculos de poder  y terminaron por convertir a la “Iglesia de Santiago” en una mera ONG, como define al papa Francisco a los templos vacíos de fieles.

El obispo de la esperanza.

El papa Bergoglio no eligió a cualquier obispo para la Diócesis de Santiago del Estero. Es uno de los suyos que, para darnos esperanza, expresa “Me envió a evangelizar a los pobres”, en su lema episcopal.
Luego de una proficua labor pastoral, Vicente Bokalik Iglic fue elegido obispo titular de Summa y auxiliar de Buenos Aires, por el papa Benedicto XVI. Recibió la ordenación episcopal el 29 de mayo de 2010 en el santuario Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, de manos del (entoces) cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires. Fueron obispos consagrantes monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, arzobispo de Corrientes y monseñor Mario Aurelio Poli, obispo de Santa Rosa.

Hijo de inmigrantes

Hijo de padres eslovenos emigrados a la Argentina en 1949, después de la II Guerra Mundial, monseñor Vicente Bokalic nació el 11 de junio de 1952 en la ciudad de Buenos Aires pero se crió en Lanús, provincia de Buenos Aires.
Realizó sus estudios primarios en el colegio parroquial San José de Pompeo, de Lanús Oeste, y los secundarios los efectuó en la Escuela Apostólica de Escobar, de los Padres Vicentinos.
Terminada la escuela secundaria, en 1970 ingresó en el Seminario Vicentino que la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl tiene en San Miguel, provincia de Buenos Aires.
Completó los estudios de Filosofía en el Colegio Máximo San José, de la Compañía de Jesús, en San Miguel, provincia de Buenos Aires, y los estudios de Teología en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires, en el barrio porteño de Villa Devoto.
El 5 de junio de 1976 realizó la profesión solemne de los votos perpetuos en la Congregación Vicentina, y el 1º de abril de 1978 fue ordenado sacerdote en el santuario de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, en el barrio porteño de Parque Chacabuco, por monseñor Alfredo Mario Espósito-Castro CMF, obispo de Zárate-Campana.
Desde 1978 fue el encargado en la congregación de la Pastoral Vocacional y de la Pastoral Juvenil y, desde 1981, ejerció también el cargo de vicario parroquial en el santuario de la Medalla Milagrosa.
De 1983 a 1986 fue primero formador y después ecónomo en el Seminario Vicentino de San Miguel, y en 1987 fue designado Superior de esa casa de formación sacerdotal, cargo que desempeñó hasta 1990.
De 1991 a 1993 fue párroco del Santuario Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y superior de la comunidad; en 1994 y hasta 1997 fue enviado como misionero a la Prelatura de Deán Funes, provincia de Córdoba, y de 1997 a 2000 fue nuevamente designado Superior del Seminario Vicentino en San Miguel.
Siendo misionero y párroco en la diócesis de Goya (2000-2003) el 19 de diciembre de 2003 fue elegido Visitador Provincial de la Congregación en la Argentina, cargo que ejerció hasta el 1º de diciembre de 2009.
Desde entonces, y hasta marzo de 2010, se desempeñó una vez más como vicario parroquial en el santuario de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, en Buenos Aires.
Siendo superior provincial le tocó animar, en 2009, todas las celebraciones, preparadas durante varios años, con las que se conmemoró el siglo y medio de presencia en la Argentina de la Congregación y de la Familia Vicentina.
Como ya lo dijimos, el sábado 29 de mayo de 2010 en la parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, Ciudad de Buenos Aires, la Argentina, recibió la ordenación episcopal.
En la Conferencia Episcopal es presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Laico y Pastoral Familiar, en la que es responsable de la pastoral de Juventud.
Escudo de monseñor Vicente Bokalic Iglic, con el lema “Me envió a evangelizar a los pobres”.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Se fue el subsecretario de Cultura, arquitecto Legname

Rodolfo Legname dejó el cargo de subsecretario de Cultura de la provincia.
Al otro día de la asunción de la escribana Claudia Ledesma Abdala de Zamora como gobernadora de Santiago del Estero, presentó su renuncia y se retiró de sus oficinas sin saludar a nadie, el ex subsecretario de Cultura, arquitecto Rodolfo Legname.
Estuvo más de 8 años en el cargo provincial, a los que se suman los otros en la municipalidad de la Capital, al lado de Gerardo Zamora.
Pese a ser uno de los funcionarios con más contacto fluido con la prensa, Rodolfo no habló con nadie y se fue. Tampoco no apareció noticia alguna sobre su alejamiento.
La calle sabe de esta renuncia rara y sorpresiva, y los hombres y mujeres de la Cultura capitalina no salen de su asombro. Más aún, están afligidos luego de anoticiarse,  por rumores, que el sucesor sería el director de la Biblioteca 9 de Julio, Jorge Rosemberg.

Víctor Paz le ganó a medio Ministerio de Gobierno


Víctor Paz barrió a la lista Verde en el Sindicato de Comercio que estaba bancada por parte de la CGT y que recibió más de 600 mil pesos que le suministró un sector del Ministerio de Gobierno. 

Pocos saben lo que realmente pasó en las elecciones del jueves 19 de diciembre en el Sindicato de Empleados de Comercio de Santiago del Estero, donde el secretario general Víctor Manuel Paz triunfó con más del 88 por ciento de los votos y logró su reelección.
Pasó que Paz se impuso a la lista Verde, armada en la CGT y pagada por un sector del Ministerio de Gobierno. Se sabe que lo que gastó esta cartera del Poder Ejecutivo provincial para derrocar a Paz ha sido obsceno, desprolijo e inexplicable.
Se habla de que Gobierno dispuso más de 600 mil pesos para la campaña de la lista Verde, distrayendo de manera escandalosa los dineros públicos y quién sabe qué van a hacer (mal, por supuesto) para justificar esta maniobra delictiva conocida como malversación dolosa.
Con esa plata (una fortuna) de los santiagueños, los dos o tres pícaros de la lista Verde pagaron las pintadas en todos los muros de la ciudad (¡qué raro, todas igualitas a las que pintan los muchachos de Bases Peronistas!) ; los pasacalles colocados en todos los comercios de la ciudad; los afiches; la publicidad callera; las estáticas  y en las tres pantallas digitales que exhibe la Capital. Cada una de las pantallas (ubicadas en Rivadavia y Ejército Argentino, en Independencia y Libertad y en Belgrano y Libertad), les salió 10 mil pesos a los platudos de la lista Verde.
Como el dinero era fácil y dulce, la lista Verde se dio el lujo de cerrar su campaña electoral en la esquina de Entre Ríos y San Martín (a metros de la sede central del Sindicato de Empleados de Comercio), en un acto similar a los que organiza Mauricio Macri en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Pagó un dineral a la empresa de sonido Dakar (la que hacer servicios en todos los actos del Gobierno provincial), y desembolsaron 10 mil pesos en la actuación de Los Quijanos. Asimismo, al estilo de los punteros políticos del aparato provincial, los muchachos de la lista Verde repartieron suculentos bolsines a todos los presentes en ese acto público.
El papelón lo soportan ahora dos o tres pícaros de la CGT y medio Ministerio de Gobierno, que creyeron en la improvisación de la dupla Bruno Díaz-Enrique Berna, que con toda la plata en sus bolsillos perdieron de manera rotunda a manos de Víctor Manuel Paz.
Los pocos votos que sacaron fueron producto de la compra que hicieron, a la luz del día. En efecto, Díaz y Berna trabajaron de 14 a 16 en las puertas de comercios  céntricos donde entregaban sobres a empleados mercantiles, conteniendo el voto y una suma que varió entre 300 y 500 pesos.
Si nadie hace nada para esclarecer esta tropelía de dos candidatos de una lista de un gremio, estamos en el horno.