jueves, 7 de marzo de 2013

Cuando la justicia mira para otra parte

Por Miguel A. Brevetta Rodríguez.
Que nuestra justicia tiene flancos débiles, no es ninguna novedad, pero que se afirme que “es ilegítima, corporativa, oscurantista y de lobbies aceitados” (1) y que quien lo dice sea la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, jefa de los fiscales, es un llamado de atención que no solo debe ser advertido por los justiciables, porque resulta algo más que un mensaje, para quienes conforman la estructura del Poder Judicial de la Nación.
Esta declaración fue recogida por medios de prensa de alcance nacional, destacándose que la funcionaria  en la oportunidad, se encontraba asistida por dos de sus asesores, es decir que no se trató de una nota de carácter improvisado ni espontaneo, digamos que fue un envió intencionado de alcance general para que sus destinatarios tomen nota de lo que opina una parte del poder. Pero dos días después, la Presidente de la Nación, ratificó lo dicho y fue por más, anticipando una serie de iniciativas para ser tratadas en el ámbito legislativo, tendientes a “democratizar” el sistema judicial.
Pero… ¿quién nombra los jueces? Y ¿quién reformó el sistema instalando mayoría plena entre sus miembros? Molestan los desaciertos, pero a ¿quiénes atribuirlos, si no provienen del marco opositor?
Bienvenidos los cambios que tienen como misión el fortalecimiento de los engranajes del poder, pero hay que tener cuidado cuando se pretende “apretar” la independencia que garantiza la Constitución. No existen los poderes absolutos ni de hecho ni de derecho, porque cuando se amenaza con el avasallamiento de inmediato se integran los anticuerpos, que el legislador ha previsto como una rayana posibilidad.

Preguntarle al pueblo

La Presidenta y su jefa de fiscales, contra la justicia argentina.
El hombre lleva arraigado el sentimiento de justicia y se opone naturalmente a que se manipule de cualquier manera ese preciado valor. Advierte cuando se pretende reformar para dominar, porque no entiende las razones de violentar su naturaleza conjugada en el deber ser. Sin presiones, ni fórceps ideológicos ni “aprietes” autoritarios, habría que consultarlo al pueblo sobre qué tipo de justicia prefiere y cómo ansia su integración.
Si está dispuesto, por ejemplo, a tolerar que se designen jueces y fiscales, que no ganaron los concursos convocados al efecto, que no se aparten aunque mas no sea provisoriamente,  a los vicepresidentes, ministros y secretarios denunciados por hechos de corrupción, que los juicios duren una eternidad y que se dejen prescribir infinidad de causas en que el Estado es parte damnificada.
Habría que preguntarle al pueblo si está dispuesto a tolerar el abuso de poder de los Magistrados que firman ordenes de detención cuando el delito imputado resulta ser excarcelable y que mantengan los sumarios abiertos, cuando no es posible material y jurídicamente, aportar nuevas pruebas o que mantengan imputados o procesados sine die a la espera de la prescripción de la causa, porque no se instruyó el sumario, ni se investigó adecuadamente, promoviendo la impuridad del supuesto ilícito. (2).
¿Cómo se hace para enderezar y equilibrar el aparato judicial si desde lo más alto del poder se lo considera “ilegítima, corporativa, oscurantista y de lobbies aceitados”?
Antes de promover reformas que en nada podrán solucionar la “injusticia judicial” que se viene arrastrando como vicio de origen, sería más atinado  echarle un vistazo a las falencias cotidianas que desde hace tiempo venimos denunciado, de manera que no se pueda afirmar en el futuro inmediato, que la justicia está mirando para otra parte.
Fuente:
1.- http://www.lanacion.com.ar/1558046-alejandra-gils-carbo-la-justicia-actual-es-ilegitima-corporativa-oscurantista-y-de-lobbies-a   martes 28/2/2013
2.-  ver Brevetta Rodriguez Miguel, El abuso de la prisión preventiva y la orden de detencion”  http://brevettarodriguez.com.ar/?post=2372.

El hipódromo “27 de Abril” está muerto

Pareciera que se ha decidido abandonar definitivamente al hipódromo “27 de Abril”, de nuestra capital. 
Desde hace cuatro meses y tras un largo y gradual periodo de decrepitud en sus funciones especificas, el hipódromo “27 de Octubre” ya no registra ninguna actividad a la fecha.
Su ultimo director, Mattar, “después de haberse aprovechado de él con pingues dividendos así como ocurrió con gestiones anteriores”, confió una fuente cercana a la actividad turfística a Arena Politica, quien ahora está ocupando la banca de diputado que dejó Sandra Generoso.
El abandono del predio es total. No funcionan los baños ni tampoco los boxes para los caballos programados para las carreras que quedaron al visible descuido.
Según la misma fuente confiable, en el hipódromo aun hay empleados que concurren a sus dependencias para “hacer nada”. Es decir, se ha convertido en un depósito de desocupados con sueldo del Estado provincial.
La decrepitud de la actividad turfística oficial en la provincia data desde hace varios años, cuando las pistas construidas para carreras de 1000 o más metros -como corresponde a un hipódromo-, terminaron utilizándose para la disputa de las clásicas “cuadreras”, de corta distancia, expresión burrera vernácula de las canchas del interior de la provincia.
La inactividad consecuentemente que hoy exhibe ha sido determinante para que los propietarios de caballos de carrera busquen hacer competir a sus ejemplares en el hipódromo de Tucumán, o conformarse con hacerlos participar en las “cuadreras” en territorio santiagueño.
Esta situación, asimismo, genera una sensible merma en la mano de obra especializada en el tratamiento de los “pura sangre”, desde cuidadores, pasando por peones y jockeys. 

Carta de los curas a Polti y a Torrado: “No estimamos a los que son cobardes”

El obispo Francisco Polti y su obispo auxiliar, Ariel Torrado, seriamente cuestionados por los sacerdotes.
“No vamos a decirles a ustedes ‘estimados’ porque no estimamos a los cobardes”. En estos y otros durísimos términos se expresa la carta abierta que el secretariado de Curas en Opción por los Pobres (OPP) dirigió al obispo de Santiago del Estero y a su segundo, en uno de los conflictos más ásperos de que se tenga memoria en la Iglesia argentina. El texto responde al despido del sacerdote Roberto Murall por parte del obispo Francisco Polti. El cura desplazado había firmado, en noviembre pasado, un documento en el que la OPP cuestionaba al Episcopado por aceptar la vinculación de la Iglesia con la última dictadura militar.
La carta emitida ahora por los curas de OPP cuestiona a los obispos por estar ligados “al pequeño grupo de los poderosos” y revela sus “cenas a la sombra del poder político, económico y mediático”, advirtiendo que “un pesebre se parece poco a un hotel 5 estrellas en las termas”. El documento también se pregunta por “el silencio del resto de los obispos argentinos: ¿es un silencio temeroso, cómplice o corporativo?”.

Firmantes

La carta abierta está suscripta por los presbíteros Marcelo Ciaramella, Eduardo de la Serna, Juan Carlos Baigorri y Roberto Murall y va dirigida a Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero, y a su obispo auxiliar, Ariel Torrado: “Se terminó la hora de la diplomacia epistolar –dicen-. No vamos a dirigirnos a ustedes con el habitual ‘estimado’ o ‘de nuestra consideración’, porque sería una falsedad. No nos inspira ninguna estima ni consideración la gente que se esconde o es cobarde”.
“Cuando deban ustedes renunciar a la diócesis (por razones de edad), sólo el pequeño grupo de los poderosos de la provincia lamentará su ausencia. Los pobres, los campesinos e indígenas, legítimos dueños de esas tierras, celebrarán su renuncia”, continúa el documento. “Ustedes no supieron ni quisieron saber qué pensaban las comunidades acerca del ministerio de Roberto Murall en la diócesis; no supieron ni quisieron saber qué hacía o dejaba de hacer él como pastor, porque nunca hicieron una visita pastoral. Sólo supieron que Roberto manifestó públicamente su rechazo al accionar de la jerarquía en tiempos de la dictadura genocida; su repudio a que el ex general Videla reciba la comunión a pesar de haber revelado, sin arrepentimiento alguno, que fue responsable de crímenes de lesa humanidad. Lo de ustedes se llama defender a los amigos.”

“Silencio cómplice”

“Un pesebre se parece bastante poco a un hotel 5 estrellas en las termas, y la cruz, con la que el Imperio ejecutaba a los que se tenía por no humanos, es muy diferente de las cenas a la sombra del poder político, económico y mediático”, advierten los curas de OPP.
La carta acusa a los obispos de “no haber dicho la verdad” sobre lo que sucedió cuando Murall fue citado por Polti el 28 de diciembre pasado: “En la entrevista, el obispo le recriminó haber firmado nuestra declaración pública sobre la complicidad episcopal durante la última dictadura, algo cada vez más probado por los juicios en curso. Y, para ofender más aún a las víctimas, mezclan esta razón tan grave con pretextos”, por ejemplo que Murall “haya recibido en la comunión a personas que no están casadas por Iglesia. Para ustedes escandaliza más que se dé la comunión sin libreta matrimonial que dar la comunión a un genocida confeso”.
Murall, procedente de la diócesis de San Isidro, venía desempeñándose en la de Santiago del Estero desde hacía 14 años, a través de “contratos de servicio” que se renovaban anualmente. El obispo Polti, al disponer la cesantía del cura, adujo que sólo no le había renovado el contrato.
La carta abierta finaliza con una referencia a la actitud del resto de los obispos argentinos. “¿Cómo debemos entender su silencio? ¿De modo cómplice, corporativo o temeroso? Sabemos que algunos están en desacuerdo con lo actuado por los obispos de Santiago: ¿por qué no lo dicen?”

martes, 5 de marzo de 2013

La broma del juez Molinari y de la Secretaría de Derechos Humanos

Un militante del juarismo del ’70, que fue puesto preso por la dictadura militar por “peronista”, aparece acusado como “ayudante de represores”, en una resolución judicial que parece una broma.
“Cashulo” Silva se llama Raúl Humberto Silva, a quien su apodo lo hizo popular dentro de los ambientes futbolísticos (fue un destacado jugador de Central Córdoba) y políticos, militando desde muy joven dentro del juarismo.
Disfrutó las mieles de aquel gobierno fuerte de Carlos Arturo Juárez iniciado en 1973, de quien fuera un estrecho colaborador mientras los opositores y sus familias (radicales o periodistas independientes) eran despedidos de la Administración Pública, de la policía o de la docencia, a raíz de no alinearse al "líder y conductor".
Cuando llegó la dictadura militar de 1976 “Cashulo” fue preso político y estuvo 7 meses en la cárcel (de los cuales pasó 49 días incomunicado y sin ver la luz del sol), por la única culpa de haber sido una suerte de secretario de Juárez; quien había fugado a España.
Por ello, la imputación tardía, extemporánea y antojadiza del juez Federal Guillermo Molinari es una broma.
Los que tienen unos pocos años más que Molinari nos jactamos de recordar qué hizo cada uno dentro de la política santiagueña desde la década del ’70 hasta nuestros días. Ubicamos a los que delinquieron y a los que se comportaron como señores; a los que reprimieron con los militares y a los que fueron perseguidos por los uniformados, y a los que oficiaban de “buchonos” y a los que “escondían” en sus casas (con mucha valentía) a los muchachos sindicados como subversivos.
“Cashulo” jamás estuvo del lado ni de la policía ni de los militares, por lo que la decisión del juez Molinari es fruto de mentes enfermizas o fantasiosas.
Con urgencia, éste juez debería poner en caja a los funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos que funciona en el seno del Juzgado Federal para que al menos tengan en claro quiénes fueron los represores y quienes los perseguidos y presos en la época de plomo en la Argentina y en Santiago.
Ahora, si los funcionarios de ésta Secretaría de Derechos Humanos quieren justificar sus escandalosos sueldos (el que menos gana cobra 20 mil pesos por mes), que lo digan y que Molinari siga comportándose como un bromista y no como un juez en serio.

¡Mentira de “las fuentes”!: no hay cambios en el gobierno

Por ahora, no se piensan en desplazamientos en el elenco del gobernador Zamora, como erróneamente publicó Arena Política. 
Siempre nos valemos de “nuestras fuentes” para difundir una primicia, una denuncia o simplemente una noticia de interés general. Muchas veces “las fuentes” son infalibles y con sus datos logran coronar “un golazo periodístico” que llena de orgullo y satisfacción.
Pero otras veces “las fuentes” se ven envueltas en la vorágine de rumores, y en lugar de suministrar “un dato posta” nos susurran “pescao’ podrido”.
Le acaba de suceder a Arena Política, que se fundó en una de esas “fuentes” que nunca fallaron  para publicar que “se preparan desplazamiento de uno o dos altos funcionarios del gobierno de la provincia”.
El lunes y martes la realidad nos dejó desubicados, porque el gabinete de Gerardo Zamora está intacto y sin ningún inconveniente; concretamente, nadie pensó en remociones, desplazamientos o renuncias.
Corresponde pedir disculpas a nuestros lectores por haber propalado un dato inexacto, confiando en nuestras “fuentes” y pensando que adelantaríamos una noticia de gran repercusión.
Fue todo lo contrario, publicamos un mero rumor que nos dejó mal parados.

domingo, 3 de marzo de 2013

Última misa del cura “de los pobres”, echado por Polti

Por diario Página 12, de Buenos Aires.
Siguen sumándose los repudios al obispo Polti porque “cesanteó” a un cura de Pozo Hondo, que hacía 14 años que trabajaba con los pobres.
El domingo (3 de marzo) oficiará su última misa en Santiago del Estero el sacerdote Roberto Murall, separado de esa diócesis por el obispo Francisco Polti. Según el grupo Curas en la Opción por los Pobres (OPP), al que pertenece Murall, la medida del obispo responde al hecho de que el sacerdote firmó un documento en el que, en noviembre pasado, OPP cuestionaba al Episcopado por “no haber pedido perdón” respecto de la vinculación de la Iglesia con la última dictadura militar.
“El obispo miente”, sostuvo ayer el cura Eduardo de la Serna, coordinador de OPP, ya que Polti, formalmente, presentó la salida de Murall como la finalización de un “contrato de servicios” entre diócesis.
El Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) manifestó su apoyo al cura desplazado: Murall era uno de los sacerdotes que participan en las “mesas zonales”, herramienta de organización de las comunidades en la lucha por sus derechos, y un vocero de la organización campesina sostuvo que el desplazamiento del cura “es para nosotros un golpe bajo” y que expulsarlo de la zona “es como sacar un obrero del surco”.

 “Obispo cobarde”

“El obispo es un cobarde”, sostuvo el cura Eduardo de la Serna, de OPP: “Yo le dije al obispo que fuera hombre, que se atreviera a decir que está de acuerdo con la dictadura, pero miente al decir que simplemente se terminó el contrato cuando, en privado, le dijo a Murall algo bien distinto”, explicó. En noviembre pasado, OPP había hecho pública una carta que cuestionaba el documento emitido por el Episcopado argentino el 9 de ese mes; los obispos habían prometido una vez más revisar la actuación de la Iglesia durante la dictadura, pero sin asumir ninguna iniciativa concreta en ese sentido. Luego de que apareciera su firma en la carta de OPP el obispo Polti lo citó.
“Tu carta genera división en la Iglesia. Y nosotros hemos recibido una verdad intocable que no debemos abrir”, habría dicho Polti. “¿No cree usted que lo que genera real división en la Iglesia es que algunos obispos hayan escondido delitos como la tortura y el robo de bebés e incluso le den la comunión actualmente a un genocida que no se arrepiente?”, habría contestado Murall. El diálogo fue transcripto en una carta que Murall dirigió a sus pares de Santiago del Estero.
Polti optó por no renovar el contrato anual de Murall. Este, procedente de la diócesis de San Isidro, venía desempeñándose en la de Santiago del Estero desde hacía 14 años, mediante “contratos de servicio” que se renovaban anualmente. “Ni siquiera en empresas del más rancio capitalismo se da por terminado el contrato de un trabajador sin un preaviso y con tres días de anticipación”, exclama la nota que enviaron a Polti más de mil firmantes, encabezados por los sacerdotes Marcelo Ciaramella, Juan Carlos Baigorri y Eduardo de la Serna, con adhesión de 39 instituciones de todo el país.
También unos cincuenta campesinos de Pozo Hondo, donde ha venido desempeñándose Murall, viajaron más de cien kilómetros hasta el obispado santiagueño para pedir que el cura continuara; Polti les contestó que ya estaba decidido y les regaló un rosario bendecido por el Papa.

Repudio campesino

El Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) también se manifestó en repudio del desplazamiento de Murall. Roger Almaraz, vocero del Mocase, destacó a este diario que “Murall siempre estuvo en las comunidades campesinas. Trabajó no sólo en el orden espiritual, sino en la dimensión social. Acompañó a las familias que tienen conflictos con la tierra y, en este sentido, su partida nos hace sentir muy desprotegidos: para nosotros es como sacar un obrero del surco. En la última parroquia, estuvo organizando la mesa zonal de tierras, donde se congregan las familias para discutir sus problemas y armar estrategias de organización”.
“Las mesas zonales -continuó el vocero del Mocase- habían sido impulsadas por el anterior obispo, Juan Carlos Maccarone, y se han diseminado en todo el territorio campesino. Se reúnen en las iglesias y capillas, organizadas por curas y dirigentes comunitarios: abordan principalmente la problemática de la tierra, temas de salud y educación, formas de gestionar ante el Estado ambulancias o mejoramiento de caminos; juntan dinero para pagarle al abogado cuando una comunidad enfrenta un litigio; alertan al Estado cuando aparece una topadora a desmontar sin permiso de la Dirección de Bosques. En esas actividades vino participando el cura Murall y, por eso, para nosotros, que lo saquen es un golpe bajo.”
Según el relato de Murall sobre la entrevista con el obispo Polti, éste “destacó mi presencia en el acompañamiento de los campesinos, pero ‘tendrías que dejar un poco de las cosas civiles de ellos y preocuparte por qué comulguen y se confiesen’”.
En la tarde del viernes, este diario intentó en vano comunicarse con el obispo Polti.