miércoles, 24 de abril de 2013

Las tonterías de una funcionaria judicial

Una cuestión personal de una funcionaria judicial hace uso y abuso de las estructuras tribunalicias para “perseguir” a quien fuera amante de su esposo.
Un comerciante dueño de tres locales de la galería Miguelito, en nuestra capital, se enamoró y fue a vivir con una jovencita de 25 años que trabaja como empleada de un local de una empresa de telefonía móvil, en Absalón Rojas, entre Pellegrini y Salta. Había decidido romper relaciones con su mujer, una abogada y funcionaria judicial.
Sin embargo, pasó un año y medio y el comerciante cortó la relación con la joven muchacha, y volvió con su esposa, en octubre del año pasado, en una voltereta que lo desestabilizó y enfermó hasta la locura.
Se trata de la persona que el 12 de diciembre de 2012 (12-12-12), protagonizó un hecho insólito en el Palacio de Tribunales cuando se presentó como “El Salvador”, y tuvo que ser desalojado por la policía, e internado en una clínica psiquiátrica de la calle San Martín, entre Garibaldi y Entre Ríos, en un caso vastamente cronicado por la prensa local. Finalmente, se recuperó y volvió a sus quehaceres como comerciante.
Pasada la tormenta, la esposa de este comerciante, que es funcionaria judicial, inició una verdadera campaña persecutoria con la jovencita que fuera amante de su esposo, el comerciante.
Se trata de la abogada Claudia Roxana Luna, a quien gusta hacerse llamar “Karina”. Fue fiscal del juzgado del Crimen de cuarta nominación y ahora se desempeña como defensora de Pobres, Menores y Ausentes.

La justicia para “tonterías”

“Karina”, la vengativa.
Esta funcionaria del Poder Judicial de Santiago del Estero viene haciendo uso y abuso de su cargo y ocupando el tiempo y los recursos a los tribunales ordinarios en una vergonzante persecución a la empleada del local comercial de una empresa de telefonía móvil de la calle Absalón Rojas, en razón de que fue en un tiempo “la compañera” de su esposo.
“Karina” mueve cielo y tierra y día a día camina juzgados del Crimen interponiendo denuncias contra la jovencita, a quien incluso sale a buscar a metros de su casa e insulta públicamente en su lugar de trabajo. La muchacha le responde en voz muy baja: “Sos funcionaria judicial…no sigas haciendo papelones. No me insultes porque no voy a reaccionar. Eso es lo que buscas, pero no te voy a dar el gusto”.
Transeúntes, comerciantes y vendedores ambulantes son testigos de los abusos y atropellos que comete la funcionaria judicial “Karina” contra la muchacha.
Ahora, en una verdadera “tontería” judicial, logró dos resoluciones de sus compañeros de Tribunales:
1). El juez del Crimen Daniel Moreno dispuso que la joven empleada “tiene prohibido acercarse” a su ex pareja y a su grupo familiar, en una distancia prudencial de no menos de 100 metros, “así como también de su lugar de trabajo, de recreación y lugares públicos y privados, absteniéndose de dirigirles la palabra o hacer ostentaciones de gestos y/o actitudes agraviantes y/o provocativas, o entablar comunicaciones”.
2)- El juez del Crimen Darío Alarcón resolvió “prohibirle (a la empleada del local de la calle Absalón Rojas) acercamiento y cualquier tipo de contacto personal en favor de Claudia  Roxana Luna y su grupo familiar en un radio no menor a 200 metros, como de los lugares públicos en los que se encuentran y especialmente de los locales comerciales de propiedad de la denunciante; como así también todo contacto telefónico, bajo apercibimiento de ley”.
Ninguno de los jueces advirtió que la funcionaria judicial, su esposo y su familia residen y trabajan en la galería Miguelito (con salidas a la calle Pellegrini y a la calle Absalón Rojas), y la ex amante del comerciante trabaja de lunes a sábado en Absalón Rojas, entre Pellegrini y Salta. ¡Imposible que esté más allá de los 200 metros!
Como cualquier dependencia de la justicia ordinaria de Santiago del Estero, Moreno y Alarcón, casi con seguridad, deben tener los estantes y los depósitos repletos de expedientes demorados por falta de tiempo y de recurso humano, en una flagrante mora judicial.
Por todo ello, resulta inadmisible perder el tiempo en caprichitos o cuestiones triviales de una funcionaria judicial que cree que las estructuras de Tribunales y de la policía tienen que estar a su entera disposición para que haga uso y abuso de ellas, a fin de perseguir, acosar, insultar, denunciar y limitar el libre tránsito de la ex amante de su marido.
Es hora que el Superior Tribunal de Justicia (y su sala de Superintendencia), tomen cartas en este y otros asuntos que desnaturalizan la esencia del servicio de justicia para convertirlo en cualquier cosa.

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