viernes, 21 de diciembre de 2012

Respuesta del periodista al empleado del Regional

Por Deyes Sosa, periodista de Arena Política.
Arena Política ratifica todo lo escrito por su columnista Deyes Sosa sobre la corrupción en el hospital Regional, acerca de las maniobras delictivas de “Gaby” Gómez.
Señor Gabriel Gómez, voy a responder su nota, no sin antes hacerle saber que debió releerla antes de enviarla, porque se advierten algunas contradicciones en su redacción. Dice usted: “Que le dijeron a cerca de una nota en un pequeño blog”. Debo suponer, entonces, que no la leyó, por lo que mal puede sostener lo que escribió.
Es verdad que escribo “sin impunidad” (como usted lo dice), sabiendo que el único impune es usted y sus cómplices de las hechurías realizadas en el Regional. Por otra parte, solicita que “elimine la nota que supuestamente inventé sin siquiera ser periodista… que no es mi tarea… que apunta para otro lado… que tengo que dar explicaciones a su abogado…”, y otras zonceras del mismo tenor.
Quiero ratificar todo el contenido de mi nota porque lo considero a usted y a sus cómplices corruptos incorregibles. Por algo ya lo desafectaron de todos los “curros” denunciados y enviado a otro sector, donde la titular no quiso recibirlo y le cerró la puerta en la cara, en un símbolo de repudio a sus maniobras espurias.
Sin duda que el director de Administración advirtió la impunidad con que se desempeñaba y le dio la espalda, al igual que a sus cómplices Diego y Juan José. Cese sus reclamos al gremio pidiendo que lo amparen, ellos también tienen que rendir cuentas. No creo que lo reciban.
Su primo, el “constructor Gómez”, que le facilitaba su facturero, también rendirá cuentas cuando sea citado.
Deje de hablar de “educación, ética, vocación, etc.”, son vocablos que desconoce y una vez más le advierto que no espere retractación de mi parte, porque es usted un delincuente que debe ser separado de inmediato de la administración pública. También le sugiero que se abstenga de la hierba verde y las sustancias de color blanco, porque se quedará sin las pocas neuronas que aún le quedan.

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