lunes, 31 de diciembre de 2012

Repudian al obispo Polti por echar a un cura que trabajaba por los pobres

Por el Secretariado Nacional del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres.
Curas de toda la Nación repudian al obispo Polti porque cree que la Iglesia es un cuartel y se maneja con autoridad vertical, obediencia debida y silencio de la propia opinión.
El obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, Francisco Polti le ha comunicado al sacerdote Roberto Murall, integrante del Secretariado Nacional del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, que deberá retirarse de dicha diócesis donde ejercía su ministerio. El motivo es haber firmado, junto con el resto del secretariado y la adhesión de unos 200 curas que conforman el grupo en todo el país, nuestra carta cuestionando la pobre nota de la Conferencia Episcopal sobre su accionar durante la dictadura. Esta actitud, a las claras, irracional y a contramano de una Iglesia comunión de hermanos/as, fraternal y del lado de los pobres, como nos enseña el Concilio Vaticano II, nos impulsa a expresar públicamente nuestro pensamiento.
1. Expresamos nuestra profunda y fraterna solidaridad con Roberto, de quien nos consta el cariño y dedicación a los pobres en el monte santiagueño. Él vive la Iglesia que queremos construir y en la que nos sentimos felices por compartir la fe de igual a igual. La sanción a Roberto es también una sanción a tantos curas, religiosas/os y laicos que pensamos y creemos que el accionar episcopal en tiempos de la dictadura genocida distó de ser no sólo cristiana, sino tampoco humana.
2. Esta decisión obedece a razones puramente ideológicas sin ningún sentido pastoral y sin ningún consentimiento de los que serán perjudicados por la ida de Roberto. Sorprende esta contradicción con las constantes enseñanzas episcopales que se centran a menudo en advertirnos contra la ideologización de la fe, exhortándonos al diálogo y la reconciliación que incluso se atreven a dirigir con autoridad al resto de los sectores de la sociedad y la Iglesia. Y confirma a aquellos que creen que el Episcopado no ha pedido realmente perdón a la sociedad por su silencio y complicidad.

La Iglesia como un cuartel

3. Algunos entienden la Iglesia como un cuartel: autoridad vertical, obediencia debida y silencio de la propia opinión. Pero no es eso la Iglesia. No es eso lo que la Iglesia es, lo que la Iglesia dice que es, lo que la Iglesia debe ser y -sobre todo- no es eso lo que Jesús quiere que la Iglesia sea.
4. El obispo Polti parece no entender que la Iglesia es otra cosa distinta a lo que él parece pensar. La Iglesia no es un cuadro fascista (o franquista, para que entienda mejor). Es una comunidad que da cabida a la diferencia porque está constituida a la manera de la Trinidad, que es diferencia. Su autoritarismo nos afecta a todos nosotros, y afecta a la Iglesia misma.
5. La Iglesia es comunión, y por tanto diversidad en la unidad. Y la unidad, no viene dada por el sentir episcopal, sino por el Evangelio, por el proyecto de Jesús al que él llamó Reino de Dios.
6. El grupo de curas en opción por los pobres hicimos público nuestro rechazo al texto episcopal y también el rechazo a un saludo de Navidad a la sociedad; en el que sólo había malas noticias, y donde no se hablaba casi de Jesús. Y uno de nuestros compañeros, y en él todos nosotros y los que creemos que otra Iglesia es posible, fue sancionado a raíz de firmar esas cartas.
Ante este atropello autoritario propio de una concepción de la Iglesia que no compartimos, queremos expresar que:
-Repudiamos, sin términos medios, la decisión del obispo Polti de separar de su diócesis a nuestro compañero Roberto; todos nos sentimos en un mismo sentir eclesial.
-Reafirmamos -todos nosotros- sin duda alguna, el texto de la carta FIRMADA POR TODOS: los 4 sacerdotes del secretariado en nombre de los 200 curas del grupo.
-Lamentamos que la comunidad de Santiago del Estero pierda un buen cura a causa de un mal obispo.
-Lamentamos que el genocida convicto y confeso Videla reciba la comunión alegremente y los hermanos como Roberto, dedicados al servicio de la gente sean hostigados por su pensamiento libre. Estas contradicciones tan evidentes nos confunden y además hieren al pueblo de Dios.
No podemos resistir relacionar esta situación con las palabras de Jesús a la multitud y los discípulos: “Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo”. (Mateo 23,2-4)
Nos solidarizamos y abrazamos a nuestro querido hermano Roberto Murall a la distancia y nos hacemos cercanos en este momento de desconcierto que vive.

No hay comentarios: