martes, 13 de noviembre de 2012

El prestamista Fuhr se burla de la justicia Federal y de sus estafados

La esposa del usurero Fuhr organiza un viaje a Miami, el lunes próximo, presuntamente para renovar plazos fijos en la banca estadounidense, sin conocimiento de la justicia Federal.
Hace varios meses que se acallaron las voces informativas sobre las “investigaciones” que realizarían el juez Federal y el fiscal, Guillermo Molinari y Pedro Simón, respectivamente, por las correrías del contador y usurero Jorge Enrique “El Negro” Fuhr.
Se dijo, hace ya tiempo, que Simón había solicitado informes sobre los movimientos financieros de Fuhr al Banco Central, entidades bancarias, y a la UIF (Unidad de Investigaciones Financieras).
También, lo último sobre la actuación del juez Molinari en esta causa fue que investigaba a Fuhr por los supuestos delitos de evasión y lavado de dinero.
Pero resulta que nada se dice del viaje que prepara la esposa del usurero, por el término de una semana, a Miami, Estados Unidos. Se embarcará sola y, según los entendidos, “es imposible que el juez y el fiscal de la justicia Federal de Santiago del Estero no cuenten con esta información, y que ignoren que la mujer de Fuhr viaja a renovar los plazos fijos del prestamista”.
Además, en esta causa Federal, los denunciados e investigados son Fuhr, su esposa y otro familiar cercano.
La señora de Fuhr compró pasaje de ida a Miami, en vuelo programado para el lunes próximo.

El affaire

El pasado mes de julio se tomó conocimiento que el contador y “financista” Fuhr estaba acusado por haber estafado a un gran grupo de santiagueños por cifras que, según estimaciones, ascenderían a los 70 millones de pesos.
La información sobre Jorge Enrique Fuhr la divulgó el diario El Liberal, y en una primera versión en internet se dijo que habría “funcionarios públicos, comerciantes y empresarios” entre los damnificados.
Hasta ahora, el “caso Fuhr” está paralizado, mientras el principal acusado parece burlarse de la justicia y de los numerosos damnificados, cuando organiza un viaje de su esposa a Miami para renovar los plazos fijos en bancos estadounidenses producto de los “ahorros” confiados por los santiagueños que siguen esperando la devolución de los montos de dinero confiados al prestamista, usurero o financista.

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