martes, 29 de mayo de 2012

La Banda: se pueden hacer obras sin sobreprecios, sin retornos, sin robos

El día que Néstor Kirchner se comprometió a que la Nación iba a apoyar la obra del cine teatro Renzi, frente a Raúl Sosa (secretario de Economía), “Chabay” Ruiz (intendente de La Banda) y Ana María Corradi (senadora de la Nación).
Fue Néstor Kirchner quien le dijo a Héctor Eduardo “Chabay” Ruiz que la Nación iba a cubrir todos los gastos para que La Banda vuelva a tener su cine teatro Renzi. Pasaron los años. Hubo demoras. Faltaron giros de fondos y hubo agoreros que se burlaron de la aspiración bandeña. Pero qué raro, fueron los dirigentes del gobernador Gerardo Zamora que viven en La Banda y que nunca pudieron ganarse una elección ni la intendencia a Ruiz, los que tomaron a la chacota la bienvenida obra del cine teatro Renzi.
Ahora, ninguno (desde el gobernador, pasando por sus parientes, su prensa oficialista y llegando hasta el último “puntero” que viene del juarismo), han podido encontrar -y eso que investigaron muchísimo-, el desvío ni de un peso por parte de la administración de “Chabay”.
¡Cheé!, ¿no es que ustedes, los zamoristas, lo quieren matar (políticamente) a “Chabay”?
¿Por qué no acusan a alguna empresa foránea que impuso sus sobreprecios con retornos y coimas para alguien de la municipalidad?
Es en vano. El del otro lado del río es un político, con todas las letras; con sus aciertos y sus defectos. Ustedes (los zamoristas), son unos conspicuos obsecuentes (que se arrastraron ante José Zavalía, Carlos Juárez, César Eusebio Iturre, Carlos Mujica, Juan Schiaretti, Ricardo Díaz, Mercedes Marina Aragonés de Juárez y Pablo Lanusse), que se creen políticos porque una entrega del cantismo y del juarismo los llevó al gobierno, para el que nunca estuvieron preparados. Ustedes jamás vivieron tanto poder ni vieron tanto dinero, por ello cometen los errores grotescos y obscenos del que conoce en grande. La prueba cabal se da cuando roban impunemente y exhiben obscenamente.

Clase de gestión

El jueves 31 de mayo, finalmente, se abrirán las puertas de la remodelación a esa verdadera institución popular de los bandeños, como es su cine, que ahora se amplió a teatro.
Una obra para aplaudir. A la Nación y a la Intendencia. Porque se hizo sin despilfarrar un solo peso. Todo lo que llegó fue a favor de la obra. ¡Parece mentira, se terminó una obra pública, en La Banda, y nadie se robó nada!
Por ello, porque “Chabay” es buen administrador y nadie puede ni atreverse a sospechar de su manejo de los fondos públicos, le tienen ojeriza los zamoristas.
Tienen a los jueces arrodillados. A los medios de prensa comprados. ¿Por qué se demoran en inventarle una “operación de prensa” a “Chabay”, publicando con grandes titulares la nómina de todas su propiedades, edificios, departamentos, autos de alta gama u hoteles en la Costa Atlántica, o las empresas que poseen sus hijos?
¿Por qué no aparece un “Coria Vignolo bandeño” y lo manda preso?
Sencillo, “Chabay” no tiene nada que ocultar porque administra conforme a la ley. Hay que decirlo, aunque la prensa oficial-zamorista se calle.
La obra ha terminado, con retrasos y todos los sinsabores del que administra y cuida cada peso de los fondos que remite la Nación, y que hoy, La Banda, la ve hecho realidad sin máculas de corrupción, de coimas o de licitaciones arregladas.         

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