martes, 28 de febrero de 2012

¡Zamora, basta de tantas pamplinas: hay que mejorar la Salud!

Lamentable desatención del gobierno de Gerardo Zamora al sistema de Salud Pública, todo lo cual se advierte en el principal centro de atención: el hospital Regional.
Gerardo Zamora y “sus” periodistas están como enviciados; uno por aparecer en los medios con cualquier banalidad y los otros por darle manija excesiva y escandalosa, sobre todo cuando buscan cualquier motivo para hacerlo aparecer como aplaudidor o “cholulo” de la Presidenta.
Todo es poco serio. Un gobernante no debe perder tanto tiempo haciendo caritas para sus amigos periodistas, creyendo que con ello alcanza el deber cumplido. Hay cuestiones trascendentales que reclaman soluciones rápidas y contundentes, y que imponen a Zamora una atención profunda y esmerada; con “su” prensa o sin ella.
Una es la Salud Pública en Santiago del Estero, a la que el gobernador y “sus” cronistas parecen ignorar con una enorme desfachatez.
La gente común, que acude (esperanzada y confiada) a los hospitales públicos, no puede estar destinada (y no merece) a una desatención de un servicio tan indispensable para los que no tienen obra social ni lujosos sanatorios dotados de médicos de todas las especialidades.

Un caso testigo

Arena Política se hace eco de la aflicción, por ejemplo, de familiares de Lucas Rodríguez, accidentado cerca de Ojo de Agua.
Fíjense en el relato:
“Lucas se accidentó con su familia cerca de Ojo de Agua. Para trasladar a los heridos debimos abonar 200 pesos por el servicio de la ambulancia, que no tenía combustible.
“Al llegar al hospital Regional nos damos que la Terapia Intensiva no contaba con médico de guardia a raíz de la falta de pago de sueldos por parte del gobierno provincial”.
“A nuestro paciente se le indicó un collar ortopédico (de Philadelphia), por una fractura de columna cervical. Salimos a buscar por la ciudad, pues la guardia del hospital no contaba con tal elemento.
“Es profunda la decepción, cuando en tales circunstancias, los familiares y el paciente están a la buena de Dios”.

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