martes, 22 de noviembre de 2011

Y, ¿la banda de jueces, abogados, escribanos y del Registro de la Propiedad?

Campesinos, en asambleas vecinales, buscando soluciones a la “guerra” diaria que viven por los invasores sojeros en Pellegrini, Alberdi y Copo.
Tuvo que ser asesinado otro campesino (esta vez un jovencito de 24 años) a manos de sicarios de los “ricos sojeros” que llegan a Santiago del Estero amparado por los facinerosos del “nuevo Santiago”, para que el gobierno provincial decida suspender las autorizaciones de desmontes, por el término de 180 días.
Se trata de una “medidita” que no sirve para reparar el daño que se le ha hecho a la sociedad toda. El pueblo espera que se investigue a fondo quiénes cobijan a estos foráneos que llegan y logran arrasar a comunidades enteras.
Lo que el gobierno provincial debería emprender es una cruzada firme y decidida que mande presos a los jueces, abogados, escribanos y a los inescrupulosos del Registro de la Propiedad que son quienes “se casan” con “los grandes inversores” y, por la buena paga, son cómplices del saqueo de nuestros campos y bosques fiscales.
El juez y la policía de Monte Quemado conocen todo cuanto ocurre, en detalle y, en la mayoría de los casos, son cómplices, porque “juegan” para los platudos, al igual que la caterva de abogados y escribanos que manejan el Registro de la Propiedad como si fuera una repartición que les pertenece.
En verdad, resulta simple arrinconar a la banda. Hay que hablar con los empleados serios y honestos de esta dependencia para comprender el desquicio que se está perpetrando con las tierras públicas desde el primer día que asumió Gerardo Zamora.
Se los conoce con nombre y apellido. Por ello, los “inversores” que se vienen a rebuscar en Santiago los ubican rápidamente y también de inmediato concretan sus “negocios”.
Si el Poder Ejecutivo cree que va a detener a esta mafia decretando la prohibición de desmontes por 180 días, es que no quiere resolver el problema y, lo más triste, va a seguir habilitando el camino para que ocurran otros hechos similares al que sufrió Cristian Ferreyra.
Alguien que sea intransigente (en representación y con potestades de Zamora) debería penetrar en Pellegrini, Alberdi y Copo para comenzar a desenmascarar a los integrantes de la “asociación ilícita de los campos fiscales”. De paso, serviría para detener esta verdadera guerra entre los que “compran” grandes predios y los pobladores que, defendidos por el Mocase, van a seguir luchando y aferrados a sus terrenos que vienen de allá de lejos, de sus ancestros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Señora presidenta de todos los argentinos:Hace unas semanas celebrábamos
su triunfo, al que interpretamos como un triunfo de los pobres.Hoy, nos
parece que no podemos callar. Los atentados -¡una vez más!- contra las
comunidades Qom en Formosa, y ahora contra campesinos del Mocase, en
Santiago del Estero, con la muerte de Cristian Ferreyra, no nos permiten
callar. En especial, porque todo eso tiene su origen en gobiernos
provinciales que afirman ser afines al gobierno nacional. Precisamente un
gobierno que se enaltece, y lo reconocemos, por no reprimir la protesta
social.Varias veces usted ha pedido al Parlamento que traten el tema de la
"ley de tierras". Y lo aplaudimos. Pero precisamente la tierra es lo que
causa el problema con los hermanos indígenas, "dueños de la tierra", y los
campesinos, que la trabajan -y poseen con ánimo de dueños- desde hace
demasiado tiempo como para que los defensores de modelos genocidas sean
tapados impunemente por aliados o personas cercanas al gobierno.Con la
misma libertad con la que aplaudimos su triunfo electoral, hoy nos
atrevemos a pedirle que toda la "maquinaria" del Estado esté al servicio
de las víctimas y se sancione con todo el peso de la ley a los asesinos de
Cristian Ferreyra, a los que atentaron contra los hermanos indígenas de La
Primavera, y que nadie se sienta -por su cercanía al gobierno- con
libertad e impunidad para avasallar los derechos de los débiles.Usted
afirmó que no era neutral, y que quedaría siempre del lado de las
víctimas. Tiene acá una buena ocasión de mostrar, en la práctica, que
tampoco los supuestos "amigos" serán impunes, en esta nueva etapa que
comenzamos y festejamos.