martes, 18 de octubre de 2011

Lorenzetti

Por Arturo Larrabure, en el diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca.

Perplejo, he leído que el presidente de la Corte Suprema de Justicia eligió a Eduardo Anguita para que presentara su libro “Derechos humanos, justicia y reparación”.
El gesto del doctor Ricardo Lorenzetti, de singular significado, no parece evidenciar “el respeto y la tolerancia” que se auto-adjudica el magistrado ni es prueba de “la igualdad ante la ley para todos” que predica; más bien se asemeja a una burla al dolor de las víctimas del terrorismo guerrillero, se aleja de la prudencia e imparcialidad con que deben conducirse los jueces, y anticipa que para algunos de ellos hay una sola clase de derechos humanos.
Como miembro de la organización terrorista ERP, que secuestrara y asesinara a mi padre, Anguita integró el grupo guerrillero que copó, el 6 de septiembre de l973, el Comando de Sanidad del Ejército, asesinó al Tte. Cnel. Juan Duarte Hardoy e hirió a un oficial y a un conscripto, en el marco del ataque sistemático a la población civil que en pleno gobierno constitucional realizó el terrorismo guerrillero para imponer un régimen marxista.
Confío que otros jueces tendrán el coraje para desoír la convocatoria de Lorenzetti a imitar su cuestionable proceder, y alguna vez juzgarán a los guerrilleros que entonces torturaron, secuestraron y asesinaron a miles de personas, y a quienes hoy presuntamente malversan los caudales públicos indemnizando a los deudos de los guerrilleros muertos durante el ataque a cuarteles, en plena democracia.
Y espero también que cuando la causa por el asesinato de mi padre llegue a la Corte, Lorenzetti tenga el decoro de excusarse, porque evidentemente con su gesto ha prejuzgado.

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