sábado, 8 de octubre de 2011

De Vido-Zamora es igual al saqueo del sobreprecio en las obras públicas

Zamora y De Vido, socios ricos gracias a los sobreprecios que pagan obras que la Nación diseña y planifica para Santiago del Estero.
Hasta hace poco eran tres o cuatro los gobernadores serviles y corruptos que estampaban sus firmas para recibir los favores del cuestionado ministro y cajero de Néstor Kirchner, Julio De Vido, quien decidía obras faraónicas en provincias administradas por políticos sin escrúpulos. Se trata de gobernadores títeres y complacientes con la Nación que firman y avalan por 100 pesos obras que cuestan apenas 10 pesos; total… “es plata de la Nación”.
Pero hoy parece que queda uno solo que acepta todos los proyectos y todas las obras que cuestan 10 pesos pero que se pagan 100 pesos (robándole a la Nación), y ese es Gerardo Zamora.
De Vido baja y baja obras “extraordinarias” para “bienestar de los santiagueños”, y la verdad es que sigue haciendo “caja” apoderándose de los dineros públicos.
Lógicamente, Zamora y sus técnicos, ministros y otros socios también se benefician con los famosos retornos o coimas que, como corresponde, tiene que “dejar” el Ministerio de Planificación que maneja De Vido.
De Vido hace todo. Planifica el emprendimiento, libera los fondos, proyecta los trabajos, designa la empresa constructora (Zamora designa a las que tercerizan algunos trabajos), y maneja todo el proceso. Remite la plata y luego recoge las “gratificaciones”.
Para ello, el hijo del ministro kirchnerista, “Facundito” De Vido, viene asiduamente a nuestra ciudad, cena con el gobernador Zamora en un hotel céntrico y definen porcentajes y pagos de sus corruptelas.
Da pena el despilfarro y la cantidad de irregularidades de esta maquinaria bien aceitada en la Argentina kirchnerista y en el Santiago zamorista donde la Nación nos trajo una estación terminal de ómnibus, un autódromo, un “nuevo” dique Figueroa, un centro cultural, y ahora nos construye un aeropuerto en Las Termas de Río Hondo. Luego se vienen otro centro cultural en la ciudad termal y un estadio de fútbol en capital, en la vera del río Dulce, entre el puente Carretero y el "puente negro".
Si de saquear se trata, ¿por qué será que De Vido y Zamora no piensan en otras obras en la que quizás recauden poca coima, pero que van a servir mucho a la provincia como por ejemplo dotar de agua potable al 70 por ciento de los santiagueños que carecen del líquido vital?

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