viernes, 17 de julio de 2009

¿No es hora que desplazar a los incompetentes?



¿Qué estará pasando entre el juez Gustavo Herrera y el jefe de policía Marcelo Pato, después de que cumplieron a pie juntillas las “instrucciones” del jefe para “hundir” y “escarchar en todos los medios” al intendente Julio Alegre, porque había decidido dejar el kirchnerismo y volverse al radicalismo?

Cumplieron las órdenes, lo sabemos, porque se llevaron a todos los medios de prensa para que, in situ, difundan las riquezas del jefe comunal renunciante.

Pero nos preguntamos ¿para cuándo el allanamiento de Pato al juzgado de Herrera a fin de que esclarezca (si es tan buen pesquisa) qué hace este magistrado con el expediente y cuáles son las razones por las que no ordena la detención al ex el juez que ordenó que “apretaran” al empleado Raúl Domínguez, de la dirección general de Rentas, y también ordene las aprehensiones de los policías que lo torturaron, lo asesinaron, lo descuartizaron y lo tiraron en un baldío por el solo pecado de haber dado los nombres de los poderosos, de afuera y de la Casa de Gobierno, que habían estafado al organismo recaudador?

¿Para cuándo el juez Herrera va a disponer los allanamientos (que los haga durante la luz del día, porque le van a plantear la nulidad), de las casas y la finca que posee el jefe de policía Marcelo Pato y otra larga sarta de funcionarios de arriba, de abajo y de todos los costados?

Planteamos estos interrogantes porque la ley pareja no es rigurosa. Y, de paso, si quieren, pueden meter mano y empezar a allanar a los policías y a los autores (los verdaderos) que, en clara connivencia, golpearon a la madre del abogado Víctor Daniel Nazar, ingresaron a su estudio jurídico y le robaron dinero y joyas por un valor cercano a los 3 millones de pesos, en el caso de los 39 presos asesinados en el Penal de Varones y, si les queda algún tiempito, que allanen los domicilios del ministro de Gobierno, José Emilio “Pichón” Neder y la de sus amigos acreedores que ganaron una licitación (“trucha”) diciendo que vendían pistolas y cargadores a la policía, por más de dos millones de pesos, haciendo figurar como proveedor a un remisero?

Bueno, sobre el “caso Alegre”, el juez Herrera y el jefe de policía Pato, cumplieron órdenes y las exhibieron a los cuatro vientos, tanto que ofendieron al buen gusto con esa suerte de “sobredosis” de prensa condimentaron sus actuaciones como funcionarios públicos.

Otro interrogante; ¿por qué no abrieron (con la presencia de un cerrajero) todas y cada una de las cajas fuertes que encontraron en los allanamientos? ¿Qué necesidad de esos traslados aparatosos para el juzgado de Herrera o a Delitos Económicos? ¿Querían prolongar el suspenso?

Resulta que todas estaban vacías.

Ambos, Herrera (el juez diligente y obediente) y Pato (el pesquisa destacado), no hicieron otra cosa que un papelón y quedaron en ridículo. ¿No habrá llegado la hora en que el jefe los eche (no a patadas, como solicitan muchos), sino con un simple decreto? ¿No es que la Constitución exige idoneidad a los funcionarios públicos?

Buscan testigos contra Alegre y aparecen Los Tarchini


Primero fueron el arquitecto “Mecha” Bustos, secretario de Obras Públicas del intendente Julio Alegre, y después el proveedor, amigo íntimo, presta nombre y “asesor de negocios” del jefe comunal renunciante, Alejandro Fochi.

A ambos los apalabraron el pesquisa mayor, el jefe de policía, Marcelo Pato y el juez diligente y obediente, Gustavo Herrera. Los “ablandaron”, exigiéndoles que declaren en contra de Alegre y que cuenten todo, como testigos, porque si se negaban iban a comparecer como imputados e iban a quedar presos. (¡Qué magistrado! ¡Qué policía!).

Del mismo modo procedieron con la escribana Cecilia Vittar. ¿O testigo? ¿O imputada?

Esto explica la felonía (execrable, por supuesto) con la que se manejaron los íntimos y el verdadero entorno de Alegre. A cambio de su libertad, traicionaron al que, bien o mal, les extendió la mano y les dio de comer. Claro, lo “mandaron a perder” frente a tamaño apriete de la Justicia y de la policía.

Falta tiempo, pero no tanto para que vengan jueces y policías en serio que, en casos como estos, pregunten a ex amigos y ex íntimos por qué no denunciaron en tiempo y forma al ex aliado.

Pero el mayor descaro se registró con una mujer casada con un miembro del “clan Tarchini”; justamente, de la rama que fuera pariente política del gobernador, Gerardo Zamora. ¿Primos? ¿Sobrinos? Por allí anda la cosa

La cuestión es que el juez diligente y obediente y el jefe de policía pesquisa, hicieron trascender y se difundió por todos los medios oficialistas, que se presentó una mujer a estampar otra denuncia contra Alegre.

Pero vamos por parte. Recordemos que treinta días antes de las últimas elecciones (28 de junio), el entonces intendente inhabilitó y sacó de circulación a las unidades de dos empresas del transporte urbano de pasajeros. Una fue “El Chumillero”, por la simple razón de que esta firma adeudaba al fideicomiso en el pago de las nuevas unidades de ómnibus entregados o asignados. Una de las propietarias de esta empresa es la mujer de José Tarchini, a la sazón, hermano del juez del Crimen de cuarta nominación, Ramón Tarchini. Todos, como saben los santiagueños, ex parientes políticos del gobernador Zamora.

Se presentó esta señora y solicitó el juez Herrera que le reciba un testimonio. Dijo que Alegre le había exigido una parte de las cuotas sociales a cambio de habilitar la línea de micros El Chumillero.

Los muchachos que saben de todo y que tienen muy buena información, recuerdan que El Chumillero es una empresa en la que fue (¿o es?) también propietaria el fiscal de Estado (Abate Soria), quien, otrora, fue socio del estudio jurídico con el primer mandatario, y que habría cedido sus acciones a una mujer de su máxima e íntima confianza. (Hablamos del fiscal de Estado que estuvo -¿o está?- imputado por la estafa con el gasoil -en perjuicio del Estado Nacional-, por el fiscal Marijuan y el juez Ballesteros, de la Capital Federal).

Volvamos a la nueva denuncia. Una empresaria en serio, lejos de los que acuden a las prebendas, no tenía por qué dejar pasar tanto el tiempo para denunciar si un funcionario intentó extorsionarla.

Muchas cosas raras están pasando en el “caso Alegre”, como denunciantes que se presentan en forma tardía y extemporánea y cajas fuertes (ocho, en total) que pesaban mucho cuando las incautaron y, luego de ser depositadas en el juzgado y en la policía, están vacías.

Otra situación de preocupa es la incapacidad palmaria de policías y jueces para detener a un empleado municipal (Farías), que ya va a cumplir un mes en calidad de prófugo. ¿Nadie, en Santiago del Estero, desde cualquiera de los tres poderes, ha recibido una información o un datito, aunque más no sea, sobre quién es y a dónde lo esconde al evadido?

Sorprende, en serio, porque son muchos los funcionarios de alto rango de este gobierno que cuentan con todos los más sofisticados medios para interceptar llamadas y escuchar teléfonos de políticos opositores o periodistas independientes.

Por las vacunas, quieren enjuiciar al zamorismo


Arena Política ya lo había denunciado en sus páginas y, en base a las pruebas aportadas, los responsables (médicos pagados por el Estado provincial) de experimentar una vacuna que mató a más de una docena de chicos humildes de Santiago del Estero) fueron sancionados con un millón de pesos de multa por el órgano sanitario de contralor.

Los diputados opositores de nuestra Legislatura acusan al gobierno provincial y a los medios de comunicación locales de ocultamiento de otras personas de origen santiagueño que resultaron víctimas mortales.

Por ello, el legislador radical José Luis Zavalía adelantó que presentó un proyecto de interpelación al gobierno de la provincia de Santiago del Estero, sobre la aplicación masiva de vacunas experimentales "contra el neumococo".

José solicitará, consecuentemente, en caso de recabarse los suficientes datos probatorios, el juicio político de la máxima autoridad responsable (en este caso el gobernador, Gerardo Zamora).

Todo ello, según el diputado de la UCR, debido a que tanto el proceso de aprobación como su autorización final -incluyendo su declaración "de interés público"-, estuvieron con el directo control de actual jefe del Poder Ejecutivo santiagueño.

La iniciativa de Zavalía ingresó a la Legislatura antes que el Anmat -máxima autoridad de contralor en el área médica de la Argentina- dispusiera una multa a los responsables del emprendimiento médico-empresarial, por un monto de un millón de pesos.

El tema adquiere gravedad inusitada en Santiago del Estero, ya que en el marco de estas experimentaciones fallecieron varios niños que habían sido vacunados en forma experimental.

Este pedido de juicio político se suma a otras denuncias penales que se encuentran en los juzgados del Crimen, totalmente paralizadas, sin ningún tipo de instrucción, lo que habla a las claras de la ineptitud del Poder Judicial de Santiago del Estero, el mismo que se encuentra sospechado de parcialidad.

La APDH, contra los corruptos del Estado


La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH) de Santiago del Estero, integrada por ciudadanos autoconvocados, tuvo un encuentro luego de los hechos de corrupción que son de público conocimiento, y para que la impunidad y el olvido no queden reducidos al “caso Alegre”.

Frente a la compleja situación económica, social, moral y política que conmueve a la sociedad santiagueña en su conjunto, esta Asamblea Permanente expresó:

“El reclamo colectivo por una democracia real y republicana, con plena independencia de poderes, capaz de garantizar los derechos sociales y las libertades públicas. Rechazamos, en consecuencia, los montajes pseudo democráticos de una democracia meramente formal que termina siendo feudal.

“La movilización que llevamos adelante denuncia que la impunidad como política de Estado y ejercicio del poder, coloca en situación de extrema vulnerabilidad e indefensión al pueblo. Basta recordar sólo algunos dolorosos ejemplos: caso Dársena, Orozco, Domínguez, muertos en la Cárcel Pública de Varones, niños víctimas de la vacuna experimental, y otros. Exigimos también se declare la imprescriptibilidad de los delitos en contra del Estado que impliquen manejos fraudulentos de los dineros públicos.

“Rechazamos categóricamente la naturalización de la corrupción que se expresa en el ‘roba, pero hace’. Ningún funcionario público puede apropiarse de un solo peso de las arcas del Estado, que deben invertirse en salud, educación, seguridad, trabajo, en síntesis, en políticas públicas que apunten al bien común.

“Reclamamos que todos los funcionarios y sus familiares directos justifiquen los patrimonios obtenidos desde su acceso a la función pública y, de comprobarse la obtención fraudulenta de bienes, se restituyan los mismos con el monitoreo de consejos de ciudadanos de probada honestidad.

“Estamos convencidos de que todos estos casos de abuso de poder mencionados sólo serán desarticulados con la participación efectiva de todos los ciudadanos a través de las acciones que posibilitan el marco democrático como, por ejemplo, las movilizaciones que se iniciarán frente a la Iglesia Basílica Catedral”.

Silencio oficial sobre muertos en Santiago


No obstante que un matutino local publicó que serian 12 los muertos en Santiago del Estero por los efectos de la gripe A, desde el gobierno continúan manipulando la información y escondiendo datos sobre la realidad que se está viviendo en la provincia.

Desde hace varias semanas, Arena Política viene denunciado el deficiente accionar de las autoridades de esta área, así como de otras de no menor importancia.

Con este ocultamiento de la realidad que viven todos los santiagueños se está poniendo en peligro la salud pública de la población, ya que ante el silencio mentiroso de los responsables de hacer conocer la gravedad del caso, no se logra la toma de conciencia colectiva para asumir con precaución la pandemia que se encuentra en expansión.

Era un secreto a gritos que varios fallecimientos se produjeron en clínicas privadas y en los hospitales Regional, Independencia y de Niños. Y, lo más serio del caso, es que la totalidad de las personas fallecidas habían sido medicadas con Tamiflu, la droga usada contra la enfermedad; lo que viene a crear una gran incógnita generalizada respecto a las bondades del producto y de la premura con que se administró el medicamento.

Preocupa a la población la falta de información seria de parte de las autoridades provinciales, ya que en todos los casos aludidos las personas fallecidas fueron calificadas por los médicos que las asistieron como “pacientes sospechosos” de influenza A, ya que no sólo se les realizó el hisopado correspondiente que fueron enviados al Instituto Malbrán para su análisis (de los que todavía no se conoce el resultado), sino que también estaban medicados con el citado remedio.

Arena Política ya anticipó lo que venia sucediendo, sin que nadie saliera a desmentir, y ello suma un eslabón más a la cadena de irresponsabilidades que se vienen denunciando en contra de esta gestión de gobierno.

jueves, 16 de julio de 2009

Un diario en serio, La Nación, habló de Santiago


En un brillante análisis, con gran poder de síntesis, el diario La Nación, de la Capital Federal, habló sobre el caso Alegre, en un editorial que tituló “Indignante alarde de corrupción”. Por supuesto, describió, con maestría, el enriquecimiento de funcionarios en una de las provincias más pobres del país.

La publicación, textualmente, es la siguiente:

“Detenido desde hace pocos días bajo la acusación de comandar una asociación ilícita que defraudó en varios millones a la administración municipal y promovió el enriquecimiento ilícito de varios funcionarios, el ex intendente de Santiago del Estero Julio Alegre ha sufrido una escandalosa e impactante caída que, al principio, parecía obedecer a un repentino y raro ímpetu de la justicia santiagueña en pro de la transparencia.

“Sin embargo, el verdadero motivo del estrepitoso derrumbe de Alegre parece haberse originado en fuertes diferencias políticas con el gobernador Gerardo Zamora, un radical K igual que Alegre.

“Ambos fueron aliados hasta hace poco y el ex intendente parecía ser el delfín del gobernador, a quien había reemplazado en la intendencia capitalina. Alegre había triunfado en las elecciones del 28 del mes pasado, y si bien la investigación en su contra se había iniciado antes, se aceleró a partir del día siguiente, y poco después todas sus propiedades fueron allanadas. En las elecciones, Alegre se habría aproximado al radicalismo de José Zavalía, líder del Acuerdo Cívico Frente Unidad Popular.

“Con la profusión de detalles que sólo llegan al periodismo cuando existe un fuerte interés político en su difusión, se supo que Alegre sería dueño de varias casas y departamentos en la capital provincial; de un chalet en Punta del Este que valdría 700.000 dólares y un departamento en el mismo balneario valuado en 100.000 dólares, y de dos camionetas y tres cuatriciclos (vehículos cuyos valores suman 240.000 dólares).

“Alegre, de 39 años, habría empleado varios testaferros a quienes investiga la Justicia, con lo cual su fortuna podría ser mayor. El funcionario se habría valido, a su vez, de empleados municipales que cobraban altas sumas que no eran para ellos y figuraban como titulares de empresas que en realidad no les pertenecían, pues sólo existían en los papeles y servían de fachada.

“Que este tipo de hechos ocurran en una de las provincias más pobres y postergadas del país adquiere ribetes aún más escandalosos. Y que se hayan desarrollado a la vista del poder político, la Justicia y la prensa local sin que no hayan reaccionado antes, más que llamar la atención, indigna. Porque es evidente que el enriquecimiento de Alegre no podía ser desconocido por nadie y cabe sospechar que pudo haber formado parte de una cadena más amplia de funcionarios que se han aprovechado del dinero de una provincia paupérrima y sin libertad de prensa. En este sentido, Zamora es cómplice de Alegre.

“La endeblez que caracteriza a las instituciones de Santiago del Estero es una de las graves deudas de la gestión de Zamora, quien a poco de asumir promovió la suspensión de las leyes de ética pública, acceso a la información y transparencia.

“La designación de jueces adictos al gobernador en el Tribunal Superior no es ningún secreto, así como las versiones en firme que mencionan la adquisición, por parte de allegados al gobernador, de parte de los paquetes accionarios de importantes medios de prensa de la provincia. Buena parte de los jueces se encuentran en comisión y pueden ser removidos, lo que les quita toda independencia.

“En noviembre del año pasado nos referimos en estas columnas a esos graves déficits, y mencionamos también la preocupante falta de avances en la investigación del asesinato de Raúl Domínguez, funcionario de la Dirección General de Rentas provincial, quien, tras declarar como testigo en una causa por evasión al impuesto de sellos mediante timbrados falsos, fue secuestrado y luego, como un mensaje mafioso, su cadáver apareció mutilado.

“El diputado provincial Francisco Cavallotti, quien fue abogado del ex caudillo Carlos Juárez, afirmó que "los concejales son partícipes necesarios de los delitos en los que ha incurrido Alegre", ya que si los ediles "hubiesen cumplido con su función como corresponde Alegre no hubiera robado como ha robado". El legislador opositor lamentó que en su provincia el Poder Judicial se encuentre "en comisión desde hace seis años".

“En una provincia convertida en feudo y donde las prácticas juaristas parecen imperar sin necesidad de la presencia del matrimonio Juárez, todo atisbo de lucha contra la corrupción es bienvenido. La profundidad que alcance la investigación judicial sobre Alegre dará la pauta de si se trata sólo de un castigo judicial motorizado por el poder político a alguien que pudo haber traicionado lealtades políticas o si, por fin, estamos ante un despertar de la justicia provincial”.

Beltramino puso un jefe de Prensa “de primera”


En una sencilla ceremonia realizada el miércoles, el subsecretario de Coordinación de Gabinete, Juan Manuel Beltramino, puso en funciones al nuevo subdirector de la oficina de prensa de la comuna capitalina, Rubén Favaloro.

El nuevo funcionario reemplazará en el cargo al saliente Tomás Pachilla hasta la culminación de esta nueva gestión a mediados del 2.010.

Sin duda, “El Nene” tuvo a su cargo el apadrinamiento y la designación del nuevo “jefe de Prensa” de la comuna capitalina, a un excelente periodista, de bajo perfil, con una trayectoria meritoria como escriba de la Casa de Gobierno y de otros medios gráficos y radiales. Todos los periodistas santiagueños se congratularon por la designación que resolvió Beltramino, al nombrar a Favaloro.

Luego de esta puesta en funciones, Beltramino reveló que el actual funcionario tiene una experiencia acabada en el área de prensa y que cumplirá sus actividades bajo la órbita de la secretaría a su cargo.

"Va a cumplir una función acabada, que principalmente va a ser hacer conocer los servicios que el municipio presta, el estado de los servicios que tiene que conocer la gente, todo netamente institucional", indicó oportunamente.

Asimismo, el contador Beltramino admitió que en los próximos días solo asumirán algunos directores y subdirectores que faltan, ya que las subsecretarías fueron cubiertas en su totalidad.

"Hay algunas medidas que se van a tomar, estamos poniéndonos al día con las partes contables y operativas", recalcó finalmente el funcionario.

“Caso vacunas”, Farías objeta a malos funcionarios


El doctor Héctor Rodolfo Farías, presidente de la FEPUSE (Federación de Profesionales Universitarios de Santiago del Estero), expresó ayer su inquietud por un trámite iniciado tiempo atrás por esa entidad ante la Oficina Anticorrupción de la Provincia.

“Etino” consideró como posibles causales de la demora en su trámite, el temor de "salpicar" a las más altas autoridades de la provincia con las revelaciones que se difundirían sobre este experimento, que considera "irregular".

El gobernador Gerardo Zamora "no pudo haber ignorado este trámite", afirmó Farías, refiriéndose a la aplicación del "Protocolo Compas" (ahora multado en un millón de pesos por el Anmat). “Un proceso de tamaña envergadura, donde se utilizaron las Upas de la provincia para la experimentación medicinal de un laboratorio comercial, y a través del cual los médicos percibían altas sumas por cada niño inoculado no pudo haberse realizado sin la firma del gobernador", explicó Farías.

La semana anterior, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) multó por un millón de pesos al laboratorio y los responsables médicos que llevaban adelante la prueba de una vacuna contra el neumococo en Santiago del Estero, Mendoza y San Juan. Se cuestiona la información dada a los padres sobre los riesgos de estos experimentos. La sanción no cuestiona la calidad de la vacuna.

El investigador principal en Santiago del Estero, el médico pediátra Enrique Smith, debería pagar 300 mil pesos por "no haber llevado a cabo debidamente el proceso de consentimiento informado y los procesos de inclusión y de exclusión de pacientes". En total, un millón de pesos, cifra que el Estado reserva para los casos que considera "graves", explicaron voceros oficiales.

“La implementación del Protocolo Compas se hizo con la autorización de quien por entonces era el ministro de Salud, el médico Juan Carlos Smith", señaló Héctor Farías, quien indicó también que el citado, “ahora se desempeña como asesor del gobernador, Gerardo Zamora".

Con fecha 3 de noviembre de 2008, la FEPUSE presentó ante la Oficina Anticorrupción de la Provincia de Santiago del Estero una extensa nota donde solicita una investigación sobre el "Protocolo Compas".

El quid de la denuncia de la FEPUSE apunta a la participación en el experimento multinacional de funcionarios públicos en actividad. Además de la superposición de cargos y horarios entre las funciones públicas y privadas, podrían haber cometido graves irregularidades al más alto nivel del área.

Días antes de la aprobación de este proyecto -ahora bajo acción judicial por fallecimiento de algunos niños-, también muy demorada, según los familiares "fueron reemplazados el director y sub director del Hospital de Niños de la Provincia".

Ellos, según informa la FEPUSE, debían ser informados del protocolo y aprobarlo. En lugar de estos funcionarios, los médicos Trungelliti y Alonso, desplazados, fueron nombrados Carlos Carabajal y Jorge Mora, quienes aparecieron como "investigador principal" y "sub investigador principal" del protocolo que ellos mismos aprobaron.

La preocupación de Farías reside en que la respuesta recibida a su denuncia proviene de una persona que no figura oficialmente como una autoridad válida de la Oficina Anticorrupción, donde oportunamente fuera presentada la denuncia de los profesionales.

Debido a ello, la entidad que representa a los profesionales de Santiago del Estero, remitió otra nota al ministro de Justicia, Ricardo Daives, ratificando su denuncia original. Pero a pesar del tiempo transcurrido, no se ha recibido respuesta alguna hasta ahora, de la Oficina Anticorrupción santiagueña.

miércoles, 15 de julio de 2009

Las cosas que se ocultan del “caso Alegre”


Primer chasco: las dos cajas fuertes que sacaron de la casa del ex intendente Julio Alegre estaban vacías. Y ¿los datos de los pesquisas (dichos de refilón a amigos periodistas) sobre fajos de dinero? ¿A dónde están?

Vamos para atrás. Los allanamientos a fincas y casas del sospechado son nulos, porque el juez, a sabiendas, los ordenó cuando Alegre todavía gozaba de fueros e inmunidades. ¿No se informó el magistrado? ¿No leyó las normas vigentes? ¿Se olvidó de que no hay que violar la división republicana de poderes?

Otra del juez. ¿No se enteró que los allanamientos hay que iniciarlos a las 6 de la mañana y terminarlos a las 18? Debe saber que son nulos estos procedimientos si se realizan entre gallos y medianoche.

Más nulidades. Son inválidos los dictámenes del Tribunal de Cuentas municipal porque no tenía acuerdo legislativo. Además, debe recordarse que el control de legalidad y constitucionalidad de los actos públicos de la administración municipal debe ser anterior y no posterior al ejercicio.

¿Por qué tantos procedimientos policíaco-judiciales inútiles y mal hechos?

Debe ser, nomás, que lo que interesó fue el impacto mediático. Golpearlo con todo y sacarlo de la cancha.

Los que manejan información, y de las buenas, indican que todos sabían, en los poderes Ejecutivo y Judicial, que Alegre preparaba para miércoles o jueves un plenario con dirigentes de la Capital donde iba a lanzar su reelección. Había que voltearlo con urgencia; sin observar las normas y los códigos procedimentales.

Se lo sacó de la cancha, y ahora, el zamorismo supone que tiene tiempo (un año) para posicionar a la única candidata que, en el distrito capitalino, podría representar dignamente al Frente Cívico: la abogada Matilde O’Mill, actualmente a cargo de la Secretaría de Gobierno del Poder Ejecutivo provincial.

Y se decidió “sepultar” políticamente a Alegre, porque si lanzaba su reelección ya no se lo iba a poder detener. Máxime cuando el Frente Cívico advirtió que los posibles adversarios internos del ex intendente no conseguían medir en las encuestas ni 2 puntos. Ellos eran: Elías “Sugus” Suárez, José Emilio “Pichón” Neder, Abel Tévez y hasta “Lalo” Zani.

Una última cosa que no se dice, no se informa y, consecuentemente, se esconde. Correspondía que los nuevos funcionarios de la comuna capitalina le hayan contado a la ciudadanía que Julio Alegre dejó más de 30 millones de pesos de reserva, producto de cuenta corriente, plazo fijo fondos de las retenciones a la soja.

No ofendan la inteligencia de los santiagueños


Por Roberto Azaretto

En todo el país se sigue el estallido del caso Alegre. Los detalles del mismo impresionan a muchos; más las descripción de algunos de sus bienes suntuarios como los trajes, la colección de relojes o los placares de su guardarropa.

Se tiene la impresión que se está ante alguien que encima no sabe delinquir, deja huellas y muestra lo que tiene.

¡Que mal se siente Gerardo. Nunca pensó que Alegre iba a ser esto!, susurran algunos de sus funcionarios en fiestas familiares.

¡Por favor! Al menos no ofendan la inteligencia del pueblo ni de Santiago del Estero ni del país.

Esto es propio de un sistema político que se ha degradado, donde cualquiera puede ser cualquier cosa. Bandas de desconocidos, sin mérito alguno, salvo la de contar chismes en los comités y unidades básicas. A eso le llaman militancia. Asaltan las posiciones más altas para las que no están capacitados y toman el poder para servirse de él como vía de un presunto ascenso social.

A eso le llaman “clase política”. Dos palabras que juntas califican al grupo de ineptos, educados a medias, robadores que se enquistan en los gobiernos. Encima, algunos han logrado, gracias a la decadencia de las universidades, títulos de grado. Son los peores porque tienen la soberbia de los educados a medias que describía Alberdi, o de los mediocres a los que aludía José Ingenieros.

EL gobernador sabía todo. No sólo porque Alegre no ocultó nada. El ex intendente se comportó malísimamente, tanto que su conducta hace recordar a ese paraguayo (apellidado Negrete) que sacó varios millones de dólares en el Prode, dejó a la mujer y, en pocos años, volvió a un rancho en su tierra pobre y olvidado.

El problema es el sistema perverso, copiado del modelo kirchnerista, de acumulación de poder y, sobre todo, de caja. Y el responsable local es Gerardo Zamora, con sus jueces adictos, con una Legislatura de serviles reclutados en el servicio doméstico y en las privadas de los funcionarios, con algunas excepciones que deberían reaccionar y terminar con las “complicidades” de la autodenominada clase política que parece un grupo mafioso con sus códigos y secretos.

El sistema tiene sus cómplices en el sector privado, como la lista de proveedores del Estado, contratistas de obras públicas, algunos de los cuales llegan a la Nación porque el gobernador a su vez forma parte del esquema del arquitecto de Julio Vido, el funcionario orquesta que ha destruido los sistemas de transporte y la energía en el país, y maneja la gran corrupción,

Para completar el cuadro, una red de pasquines alimentados desde el poder, a cargo de sujetos despreciables, mercenarios pilla monedas que aplauden al que un día les tira una limosna y, al día siguiente, lo agravian cuando no perciben el cospel que alimenta la cadena extorsiva de los canallas, maniáticos a órdenes de los resentidos sociales que nos gobiernan.

Al juez Gustavo Herrera le decimos que las diligencias por el caso Alegre tienen que profundizarse y extenderse hacia los costados y para arriba y abajo. O ¿el nuevo intendente no sabia nada? y, ¿los concejales, el gabinete municipal y provincial?

Juez, mire bien arriba y, de paso, no olvide el caso Domínguez, porque todos lo estamos mirando.

También la justicia provincial que eche una pirada hacia los políticos de Añatuya que parecen mudos, sordos y ciegos ante las mafias locales, que roban niños y mujeres para la trata de personas.

Por último, ¿por qué ingresó tanta plata a Santiago y la provincia tiene problemas graves como los bajos índices educativos, la indigencia, la desnutrición, la crisis hospitalaria, la escasez de agua potable?.

Sencillo, porque la combinación de ineptitud y corrupción es letal para los pueblos.

Maldita corrupción


Por el ingeniero industrial Carlos David

Día tras día hablamos que la corrupción está instalada en el gobierno haciendo referencia a funcionarios supuestamente corruptos y a hechos de corrupción, como el de la municipalidad de nuestra ciudad, con Julio Alegre a la cabeza, como el de Infraestructura Escolar o los que muy pronto, no se si antes o después de la próxima elección, se conocerán: Vialidad, subsecretaria de Deportes, porcentajes sobre certificados de obra y de licitaciones y muchos otros más.

Olfateamos la descomposición del tejido gubernamental, lo que implica, por definición, que seria un cuerpo corrupto. Pero ¿cómo identificamos un acto de corrupción?

En primer lugar, un acto de corrupción no identifica a un corrupto. Todos, en mayor o menor medida, hemos sido autores, por acción u omisión, de un acto tendiente a corromper un sistema. Quién más o quién menos ha pasado un semáforo en rojo vulnerando la ley de tránsito. Transgredir una norma circunstancialmente no nos hace corruptos. Menos aún cuando reconocemos esa falta y tratamos de reparar el daño si lo hubo.

Pero si cometer un acto de corrupción no nos hace corrupto, ¿cómo identifico a un corrupto? ¿Qué lo caracteriza? ¿Cómo es su perfil? Veamos. En primer lugar, el corrupto no se identifica como corrupto. La persistencia de su actitud es tal que no advierte la gravedad del mal. El repetir una y otra vez actos de corrupción anestesia su conciencia.

Hay todo un camino que comienza con un acto corrupto, por ejemplo, un funcionario que se queda con un vuelto, y poco a poco va admitiendo como natural esa acción, renunciando a la actitud moral una y otra vez. Como la corrupción debe ser enmascarada, el corrupto aparenta lo que no es: veleidoso, narcisista, superficial y acomodaticio. Vale reiterarlo: aparenta lo que no se es. Emplea un camuflaje que le da pingüe ganancia en círculos de poder y sonríe para “la gilada”, ya que siempre se considera mejor que los demás.

“Si él lo hace ¿por qué yo no? Después de todo no soy ningún delincuente. No mato a nadie!”.

Para terminar, me permito sugerir la lectura de “Corrupción y pecado” del cardenal Jorge Bergoglio (edición. Claretiana) del que transcribo un párrafo esclarecedor: “La corrupción no es un acto, sino un estado, estado personal y social, en el que uno se acostumbra a vivir”. Entonces me pregunto ¿Qué tan acostumbrados estamos?

El caso Alegre no se detiene en la prensa nacional


El centenario diario porteño La Nación -considerado entre los pocos medios serios que se editan en el país- envió un corresponsal a Santiago del Estero con la finalidad de seguir de cerca los vericuetos de la llamarada “causa Alegre”, que tiene al ex intendente capitalino como sospechado de múltiples casos de supuesta corrupción. Hasta el momento sólo se sabe de la actuación de un juez y una andanada de allanamientos sobre supuestos móviles pertenecientes al denunciado Alegre, y nada más.

No hay constancia cierta que lo que se afirma desde las vocinglerillas judiciales tenga base real. Aun no declaró el imputado y, por otra parte, es prédica de Arena Política, publicar noticias con fundamento cierto sin que ello sea objeto de partidismos a los que no adherimos, como que tampoco ejercemos defensas publicas de ninguna naturaleza.

Esta es una nota publicada en el diario La Nación, que viene a coincidir con artículos difundidos en Arena Política por nuestros columnistas. Se titula “La pelea que precedió el escándalo en Santiago”, y la firma el enviado Gabriel Sued.

“Desde que estalló el escándalo de corrupción que el lunes pasado llevó a la cárcel el destituido intendente de esta ciudad, Julio Alegre, buena parte de los dirigentes políticos de esta provincia están convencidos de dos cosas. La primera es que el funcionario jamás podrá justificar el feroz aumento de su patrimonio. La segunda, que el veloz avance del caso es resultado de una sorda batalla en la cúspide del poder provincial.

“Los protagonistas excluyentes de la disputa son el propio Alegre, que también presidía el comité Capital de la UCR y de la convención provincial, y el gobernador Gerardo Zamora, el más leal de los radicales K y líder indiscutido del distrito. Los dos mantuvieron una estrecha alianza durante años y, hasta hace sólo dos semanas, transitaron codo a codo la campaña que culminó con un claro triunfo del oficialismo en la provincia.

“Pero, según comentarios coincidentes de dirigentes opositores y de abogados que intervienen en la causa contra Alegre, la relación se había deteriorado en los últimos meses, cuando el gobernador comenzó a sospechar de una futura traición: Alegre planeaba ser reelegido el año próximo y pelear la gobernación en 2013, ante la imposibilidad de una nueva reelección de Zamora.

"’Lo que está haciendo el juez es una medida de finalidad política, que tiene por objetivo sacar de la cancha a Alegre. El gobernador es peor que el intendente. Pero taparon todo hasta después de las elecciones y ahora pusieron a un nuevo intendente que es dueño de empresas constructoras’, denunció a La Nación el ex senador José Zavalía, mentor político del gobernador y del ex jefe comunal.

“Con él coincidieron Francisco Cavallotti, diputado provincial y heredero político del ex gobernador Carlos Juárez, y Chabay Ruiz, un ex radical que dirige el vecino municipio de La Banda. ‘Zamora no puede decir que no sabía nada de lo que hacía Alegre. Lo grave es que haya quienes tienen el poder de tapar o de desnudar cualquier descarrío’, sostuvo Cavalotti. ‘La lógica es perversa. Pero se sabe que Zamora quería bajarlo a Alegre ahora para que no se lanzara como candidato a intendente primero y para gobernador después’, consideró Ruiz.

“Luego de una larga y compartida militancia bajo las órdenes de Zavalía, al que luego traicionaron, los destinos políticos del gobernador y del destituido intendente quedaron soldados en febrero de 2005, cuando Zamora, entonces intendente de la capital, ganó las elecciones para gobernador, luego de la intervención federal que siguió a la caída de los Juárez. El elegido para terminar su mandato en el municipio fue Alegre, hasta entonces presidente del Concejo.

Destino común

“Un año después, cuando Zamora ya se había afianzado en el poder provincial a partir de su alianza con Néstor Kirchner, Alegre ganó las elecciones para seguir como intendente hasta 2010. Las fotos del cierre de campaña de las últimas elecciones los mostraron juntos, arriba del acoplado de un camión en el que recorrieron las calles de esta ciudad. El día anterior, habían recibido, también juntos, a la presidenta Cristina Kirchner.

“Lo que no mostraban las imágenes era el creciente recelo que habían generado algunos gestos de independencia de Alegre. El último fue en marzo, luego de las elecciones de Catamarca en las que Zamora había trabajado para el kirchnerismo. Alegre celebró el triunfo del gobernador Brizuela del Moral, como había hecho el año pasado con el voto ‘no positivo’ de Julio Cobos. El ex intendente mantenía buena relación con el senador Emilio Rached, personaje clave de esa sesión en el Senado, que votó en contra de los deseos del gobernador.

“Ante la catarata de pruebas que reunió el juez Gustavo Herrera contra el ex intendente, nadie se atreve a defender a Alegre ni a negar su enriquecimiento ilícito. Pero son varios los que advierten sobre los tiempos ‘extraños’ de la causa, que sólo apuntó contra el ex intendente tras las elecciones del domingo 28.

“El expediente judicial se inició el 15 de mayo, luego de la detención de César Villalba, un cadete de la municipalidad que había cobrado un cheque por $ 15.000 emitido por la Secretaría de Obras Públicas. El arresto lo hizo la policía provincial, sin orden judicial ni causa abierta ni denuncia previa, cuando Villalba regresaba al municipio con el dinero, aunque esta práctica se había repetido varias veces durante el último año.

“Uno de las declaraciones que desencadenó los allanamientos en las propiedades de Alegre, el viernes 3, fue la del ex secretario de Obras Públicas municipal Marcelo Bustos, removido en mayo, tras la apertura de la causa. Lo extraño es que el juez sólo citó al ex funcionario después de las elecciones, pese a que Bustos ya había involucrado a Alegre en mayo.

“Como todos los jueces de la provincia, Herrera fue nombrado en forma interina, por decreto de Zamora, sin aprobación de la Legislatura. Ahora integra una terna elaborada por el Consejo de la Magistratura local para ascender a la Cámara del Crimen”.

¿Van a seguir escondiendo los expedientes de las vacunas?


Tanto ha ocultado el ministro de Justicia Ricardo Daives el caso de los chicos muertos por la vacuna experimental que aplicaron médicos santiagueños inescrupulosos, desde sus puestos de empleados estatales como profesionales del hospital de Niños.

Otra vez somos el hazmerreír de todo el país. Una vez más, un diario porteño se anima a publicar la primicia.

Veamos, esta noticia que llena de vergüenza a los santiagueños, y difundida por Clarín, de la Capital Federal.

“Se dispuso una multa de un millón de pesos (263.157 dólares) a los responsables de un protocolo para desarrollar una vacuna contra el neumococo, que el año pasado desató una polémica por la muerte de 14 bebés que se habían sometido al ensayo.

“La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aplicó una multa de 400.000 pesos (105.263 dólares) al laboratorio británico GlaxoSmithKline (GSK), por irregularidades detectadas en el estudio Compas, realizado en tres provincias argentinas.

“El investigador Miguel Tregnaghi y el científico Enrique Smith (santiagueño) deberán pagar 300.000 pesos (78.947 dólares) cada uno, por su participación en dicho estudio.

“La Anmat cuestionó la falta de información brindada a los padres de los niños sometidos a los ensayos, en su mayoría practicados en la empobrecida provincia norteña de Santiago del Estero.

"En el caso de los pacientes iletrados, se omitió dar cumplimiento a la obligación de contar con la presencia de dos testigos para la toma del consentimiento informado", sostuvo Anmat, quien apuntó que las personas de bajos recursos son consideradas como sujetos vulnerables, por lo que el laboratorio y los investigadores deberían haber extremado los cuidados a fin de garantizar el bienestar de los pacientes enrolados y asegurar una debida explicación del protocolo.

"De todos modos, la resolución no cuestiona la eficacia de la vacuna que se encuentra en su tercera fase de experimentación y busca combatir los efectos de la bacteria del neumococo, como la neumonía. El laboratorio fue sancionado por incumplir sus deberes de monitoreo, mientras que Tregnaghi omitió implementar las acciones necesarias para dar cumplimiento a las buenas prácticas en el desarrollo del ensayo clínico. Smith, por su parte, no cumplió debidamente el proceso de consentimiento informado y los procesos de inclusión y de exclusión de pacientes".

domingo, 12 de julio de 2009

La fiebre del oro



Por Eduardo José Maidana

Promediando el siglo XIX se desató lo que se llamó “la fiebre del oro”. Caravanas de aventureros, de desesperados por la pobreza o de presas del demonio de la ambición, se encolumnaron hacia los ríos para zarandear sus arenas y hallar el oro que los haga ricos de la noche a la mañana. La afiebrada pulsión fue patológica e irrefrenable revulsivo que puso violencia y muerte, alcohol y prostitución, juego y delirios al desnudo en el escenario rocoso y solitario del norte americano

Desde ese epicentro y hasta donde prolongó su influencia tentacular, la sociedad en el hervor de la voracidad derribó límites y rebasó las formas. Ni las apariencias quedaron en pie. Aplaudió y alzó brindis sólo para el afortunado de cada día. Ni el salteador ni el ladrón ni el estafador ni el falsificador ni el asesino, se excluyeron de esa parafernalia que endiosó al enriquecido así, de un chasquido de dedos, no importando a nadie cómo lo logró: sólo importaba que lo haya conseguido. El tributó unánime fue la envidia.

La política, ¿no ha devenido en una “fiebre del oro”? ¿No la hay acaso en las crueles peleas y, de modo explícito, en los que acceden al mundo del poder?, y, por ende, ¿no hay complicidad en la mayoría que ve, intuye y a veces sabe con precisión de conductas y saqueos, sociedad cuya mentalidad legitima hasta con admiración? Y así debe ser: esa sociedad produce nuestra dirigencia y ésta realimenta con su ejemplo a nuestra sociedad.

El mismo caldo de la voracidad a borbotones, el silencioso brindis de la envidia que honra al que logró las pepitas de oro, la admirada visita a mansiones y la gratitud por las invitaciones a las fiestas “de película”, y en verdad, de la pantalla bajaron a la ordinaria y prosaica vida de cada día, los personajes de Dinastía, las alfombras rojas, los jeet a mano del capricho, las joyas para que rivalicen esposas con amantes, los autos a la vez que suntuosos, variados, los edificios de altura que desde Babel que simbolizan la soberbia del poder más que mostrado exhibido en la gran vidriera para regocijo de la noche santiagueña, que se alarga en la avenida Roca, un remedo de Palermo Hollyvood.

Los remiseros ilustran al pasajero sobre la propiedad de ésta torre de diez pisos, de aquél de doce y del de más allá de ocho, guías turísticos oficiosos y gratuitos del rostro de una sociedad que evoca -como sus similares-, a aquella de “la fiebre del oro”.

El Estado que celaba la ley con religiosa unción y dura voluntad puritana de cruzado, puso orden en los pueblos nacidos o devastados por la fiebre aurífera. Por estas tierras en el sur final de la América del Sur, desfallece el Estado amenazando desintegrarse en islotes de instituciones formales: el Tribunal de Cuentas y el Concejo Deliberante de la capital. Y la Cámara de Diputados que no edita un Diario de Sesiones con lo que crea un enredo: sin documentos ¿vale lo discutido y votado? Se explica el desorden. Al fin, la ley es un chiste de mala calidad y la justicia un provisoriato al que se sabe y descuenta arbitraria, porque se descree que exista a manos del autoritarismo.

Unas quinientas personas de los tres poderes y de la “hit” sociedad caminaron el parque y la mansión y engulleron exquisiteces en El Zanjón, y ¿a nadie se le ocurrió dudar si, con ocho mil pesos mensuales podía saltarse de la pequeña casita periférica a esta suntuosidad?. De Punta del Este venían los comentarios sobre nuestros personajes que en raudos vuelos bajaban con sus familias a hoteles de cinco estrellas frente a sus playas, en el júbilo de los dispendios sin cortapisas, intercambiando visitas y paseos, y nadie preguntó ¿cómo explicar semejante tren de vida?

Las aldeas levantadas por le fiebre del oro fueron abandonadas. Como las sedes de fugaces grupos políticos y de erráticos dirigentes de partidos repartidos. El chileno Ríos (académico y parlamentario) escribió hace unos años: en la Argentina no hay partidos sino bandas de mafiosos que se preparan para subir al poder y asaltar el Estado.

Al oro del río se lo llevó la arena del tiempo. El afortunado enriquecido de la noche a la mañana, de la mañana a la noche dio vuelta sus bolsillos vacíos. De los comensales al fastuoso sarao, de los íntimos que ayer unían sus manos en las alturas del éxito, de los amigos de las playas esteñas y de los bitró parisinos, nadie se priva del asombro, con resuellos de estupor y en un tris del soponcio, por lo que, inocente, acaba de enterarse.

Solos, sin fiebre, suele, cada uno despertar a su turno, los que recuperaron la lucidez preguntándose si por tomar la senda áspera y empinada del servicio al bien común desde la política no subió a la pantalla del cine de 8 de Abril o del Ejército Argentino o de frente la Plaza Libertad y enfiló con la caravana de la “fiebre del oro”; y los que nunca buscaron otra cosa, maldicen a quienes fuesen culpables de haberlo despertado, sobretodo si hasta ayer nomás de algún modo eran socios en la aventura o comían de su mano o acompañaban la repentina opulencia con su aplauso.

Que la acción política tenga similitud con la “fiebre del oro”, es el drama que ilustra y nos echa en cara este episodio. La tragedia es que otros casos de oropeles y cifras siderales (bonos, empréstitos, subsidios, sobreprecios descomunales) están en un paisaje inmóvil que lleva por lo menos veinticinco años: crece la riqueza de los afiebrados que hallaron oro entre el barro sucio; y crecen los miles que en el légamo manso del arrabal triste, sin la rebeldía en el suburbio humano que cantaba Homero Manzi, sólo sueñan no caer de la pobreza a la miserable indigencia.

Entonces, en este baile de disfraz cambian los nombres; la deliberada voluntad política de seguir en la corrupción, pareciera inamovible. Entonces, es la política y desde ella misma, quien tiene la palabra. La interpelación se revuelve sobre el gobierno.

La reacción que brota en los cafés, tertulias, asados y encuentros al paso, se explica en la reciente encíclica de Benedicto XVI: “La caridad (amor-misterio, amor-simpatía, amor-lástima, amor-piedad, amor-solidaridad-dolor) y la verdad (conciencia de la mentira, necesidad de saber, ansías de limpieza, sed de transparencia, urgencia de recuperar la inocencia perdida), nunca abandonan al hombre”.

La condena, entonces, se va armando con lo poco o mucho de lo mejor que cada uno tiene. El amor y la verdad, entonces se hacen reclamo de justicia por imperio de la misericordia hacia los culpables que necesitan rehacerse y no lo saben, y a cuántos, miles de miles, son víctimas de la corrupción en las formas de las desnutrición, la insalubridad, el desempleo, el analfabetismo, la inseguridad y la falta de sentido de sus vidas que los echa al abandono, la desesperación, el alcohol, la droga y el suicidio.

Naipe marcao



Por Miguel A. Brevetta Rodriguez


Recién pasaron 10 días desde las últimas elecciones que terminaron dándole la espalda al partido que gobierna. ¿Ya será el tiempo para el análisis? No, para un comentario meduloso, pero es suficiente para abrir signos de admiración, ante tanto despropósito de parte de los que fueron derrotados, sumados sus socios.

Resulta que recién les “cayó la ficha” a los que estaban preparando el segundo mandato de Néstor Kirchner para las elecciones del año 2011. La ficha les cayó igual que una moneda de escaso valor y, por ahora, nadie, tal vez por vergüenza, se anima a recogerla en público.

Al día siguiente del revés electoral del matrimonio que nos gobierna, se publicaron las siguientes sentencias: "El Gobierno sufrió una derrota importante. Hay deterioro económico y social" (Roberto Lavagna, ex ministro de Economía), "Gané porque me votaron los salteños, y no Cristina y Néstor Kirchner", expresó eufórico el actual gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.

"No respeto a Scioli. Puso a Buenos Aires de rodillas ante el gobierno nacional", expuso el infatigable Alberto Rodríguez Saa. "La sociedad dijo basta a la intolerancia y el patoterismo", aseguró Margarita Stolbizer, flamante diputada electa por el Frente Cívico.

Hasta el “atrevido-perdedor” de Juan Schiaretti se animó a expresar que le “llamó la atención que la presidenta Cristina Kirchner haya dicho que el kirchnerismo ganó las elecciones del domingo. La verdad es que el kirchnerismo perdió en todo el país", sostuvo, como si no fuese el principal artífice de la derrota anunciada en la ciudad de Córdoba, donde fue plebiscitada su gestión sospechada de fraude.

Es que los gobiernos, en la Republica Argentina, se plebiscitan cada dos años, tiempo más que suficiente para la revalidación de los títulos que se pretenden conservar, sin que falte algún ingenuo que aspira a un mandato por tiempo vitalicio.

La historia reciente nos demuestra lo importante que resulta salir airoso en el plebiscito, pues quienes no sortearon ese primer escollo, o terminaron muy debilitados su mandato, o bien no llegaron a concluirlo, quedan estigmatizados con la marca de la derrota que no siempre se puede superar.

Quienes fueron artífices de las gestiones de Alfonsín y De la Rúa saben lo que estamos analizando, aunque no faltan los necios que sostienen lo contrario. "No se afecta la gobernabilidad. Los argentinos elegimos la democracia,” sentenció Aníbal Fernández antes de asumir como jefe de Gabinete de Ministros, lo que provocó más de una sonrisa entre los que se adueñaron de la victoria.

Es cierto que los argentinos “elegimos la democracia” como estilo de vida y, por el momento, no aspiramos a la menor intención de cambiarla por otro sistema, pero se equivoca el multifacético ministro cuando asegura que la derrota “no afectará la gobernabilidad”. El gabinete nacional en su totalidad, está sintiendo los efectos del cimbronazo que le produjo el resultado de la última elección, y como muestra de los efectos contraídos, termina de ensayar un tibio maquillaje sobre la estructura del poder, acudiendo a los beneficios del enroque -o enrosque- que por ser tan evidente, resulta difícil de ocultar.

La sombra de Néstor Kirchner sobrevuela en todos los ámbitos del poder. Sin ninguna duda, es quien decide sobre los que se quedan y lo que necesariamente deben irse de la vidriera gubernamental.

En la política, como en el manejo de las cartas, se admiten códigos no escritos que son pautas imprescindibles de las reglas del juego. Por ello, cuando el adversario conoce de antemano la jugada del contrincante, obliga a éste al retiro involuntario, pues si continúa la partida no le queda otra que reconocer la derrota. Sin embargo, son muy pocos los que portan la hidalguía de saber reconocer que se ha perdido.

Aquí no hay mucho para analizar, es tan simple, como lo dice el tango: “Pero, yo sé que vos/ no aguantarás el tren/ naipe marcado/ cuando ya es junado/ tiene que rajar”. (1).

(1) Naipe Marcado, tango de Ángel Greco, 13/05/1933.